Por Luis Miguel MartĂnez
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La historia nos ha mostrado que toda tecnologĂa se mitificará en algĂşn momento de su ciclo de vida. Algunas veces estos mitos podrán ayudar al posicionamiento del producto. Sin embargo, otras veces podrán dañar la imagen del producto al grado de reducir su tiempo de vida sustancialmente, una vez que dichos mitos han sembrado entre las autoridades o los consumidores la duda sobre la seguridad y confiabilidad de la tecnologĂa.
El primer aviĂłn comercial con turbinas, el Comet de la fábrica De Havilland, despuĂ©s de dos accidentes saliĂł de operaciĂłn. SurgiĂł el mito de las ventanas, que dada la alta velocidad se desprendĂan y explotaba en el aire. Mientras tanto, la aparente razĂłn verdadera de los accidentes fue la posiciĂłn de las turbinas en las alas.
Actualmente, los telĂ©fonos celulares son blanco frecuente de la creaciĂłn de mitos. Particularmente, el mito de la gasolinerĂa, del daño cerebral y de los accidentes de aviaciĂłn son inspiraciĂłn de preocupaciĂłn o risa. En el primer caso, se afirma que el uso de estos aparatos puede causar una explosiĂłn, tal vez por la potencia de la señal, y que al generar una acumulaciĂłn de carga electrostática, finalmente producirĂan una mortĂfera chispa que, junto a los vapores que emanan al llenar los tanques de gasolina, producĂan explosiones catastrĂłficas.
Por otra parte, la misma energĂa “dañina” si puede provocar una explosiĂłn, seguramente deberá producir algĂşn tipo de daño cerebral al usarlo cerca de nuestra cabeza. Finalmente, nada más dramático que un accidente de aviaciĂłn causado por una tecnologĂa relativamente más simple, al interactuar con complejos sistemas de Fly-by-wire que controlan la mayorĂa de los aviones comerciales modernos.
La mayorĂa de las pruebas serias realizadas a la fecha, no han podido demostrar que la radiaciĂłn no-ionizante que se origina en las ondas de radio que emiten los celulares produzcan daño al cerebro en un uso normal. Asimismo, se ha demostrado que la electricidad estática en la ropa sintĂ©tica tiene la potencia suficiente como para causar la igniciĂłn de los vapores de gasolina y por lo tanto una explosiĂłn en una gasolinerĂa.
Y finalmente, respecto a los accidentes de aviaciĂłn causados por la telefonĂa celular, la evidencia es tan dĂ©bil que la autoridad de aviaciĂłn en el Reino Unido, permitirá el uso de celulares en los aviones; dado que se ha demostrado la interferencia provocada por los equipos no tiene efectos significativos en la instrumentaciĂłn y computadoras utilizadas en los aviones comerciales actuales. Baste al usuario tomar en cuenta que las computadoras de los pasajeros tambiĂ©n producen interferencias nocivas.
Otros mitos, interesantes –por asĂ llamarlos–, tienen que ver con las tarjetas de crĂ©dito, con los discos compactos y el software. Hoy en dĂa hay quien aĂşn piensa que algunas aplicaciones de software tienen “iniciativa propia” y realizan acciones de forma independiente –incluso violando las tres leyes de la robĂłtica planteadas por Isaac Asimov en Yo Robot –. AsĂ, algunos usuarios de Facebook piensan que pueden ser taggeados o etiquetados de forma automática por software de reconocimiento de caras Ăł que Twitter puede dar follow o unfollow automáticamente.
En cualquier caso, estas acciones implicarĂan una base de datos corrupta, que prácticamente imposibilitarĂa el uso en gran escala de la aplicaciĂłn. Y claro, los escĂ©pticos siempre dirán que las aplicaciones casi cobran vida, segĂşn les convenga. Por otra parte, el refrigerar los CDs o DVDs no mejora la calidad ni la durabilidad. Si bien, el barniz de uñas podrĂa mejorar su viscosidad o volatilidad al mantenerse refrigerado.
Finalmente, la magnetizaciĂłn de las bandas magnĂ©ticas de las tarjetas de crĂ©dito no mejora o empeora mediante la limpieza con algĂşn lĂquido o con la tela del hombro de la ropa. Sin embargo, sĂ es cierto que la informaciĂłn en las bandas magnĂ©ticas puede corromperse con la cercanĂa a campos magnĂ©ticos de otras tarjetas o de imanes.
El mundo de lo electrĂłnico y de la fĂsica en muchas ocasiones nos sigue pareciendo misterioso y mágico. Algunos han creado explicaciones mĂticas que sĂłlo han contribuido a desinformar. No te desconectes y visita snopes.com para conocer otros mitos, llamados leyendas urbanas.