La gastronomía comienza a tener más posicionamiento y diferentes figuras públicas comienzan a liderar otro tipo de sectores. Esto fomentará que la gente vaya encontrando un acercamiento con la comida de mayor prestigio (Gucci), dándole cada vez más voz a un cocinero.
Esta fusión entre marcas de lujo y gastronomía cada vez se consolida más. Su enfoque principal es un publico cautivo e interesado en la marca que al mismo tiempo buscan cierto estatus a través de experiencias tangibles que trasciendan el producto. Con esta lógica, fusionarse con algún chef de renombre genera el interés necesario.
Es así como encontramos en su mayoría Cafés, Bistro y Bares cuya oferta gastronómica viene siendo la “Comfort Food”. Hay restaurantes con chefs de renombre y clubs en algunas ciudades importantes ofreciendo una comida sin pretensiones, rica, interesante, bien cuidada y, lo más importante, que logran una verdadera colaboración sin opacar a la marca de lujo o la propuesta del chef.
La gente busca el estatus que estos lugares proporcionan y al mismo tiempo calidad en todos los sentidos. Sin embargo, yo considero que lo importante de este movimiento es la importancia a la gastronomía.
No podemos dejar de mencionar la “Gucci Osteria”
Algunas de estas marcas son “El Blue Box Café” de Tiffany ubicada en el cuarto piso de su tienda insignia en NY, no podemos dejar de mencionar la “Gucci Osteria” en Roma liberada bajo la firma del Chef Massimo Bottura (donde actualmente la responsable es la Chef mexicana Karime López), Louis Vuitton con “Le Café V” en Osaka, Japón, bajo la firma del Chef Yosuke Suga, “Thomas Café” en Londres dentro de la tienda insignia de Blueberry…
Una de la más reciente es el “Pop-Up Café” que Dior abrió con su tienda de ropa en el Miami Design Distrit. Por otro lado, una marca que incursionó en el sector de los clubs nocturnos fue Cavalli, quien cuenta con uno en la ciudad de Dubai y otro en Milas, además de varios cafés en St. Tropéz, Kuwait, Delhi y Beirut.
Cabe mencionar que el mundo de la moda no es el único que esta apostándole a la gastronomía, la marca Porche inauguro un restaurante en Stuttgart, Alemania, donde Mercedes Benz también abrió dentro de su museo una propuesta gastronómica llamada “Bertha Benz” bajo la firma del chef Philip Jaeger, estrategia que repitieron en Melbourne, Australia.
Podría seguir mencionando marcas de lujo que han incursionado en este modelo de negocio pero son demasiadas. Es valido, uno puede ir a vivir la experiencia de una marca a la que eres afín. Además de únicamente consumir el producto, lo que me parece interesante es que cada vez más marcas relacionadas con el arte del buen vestir y del buen vivir puedan ofrecer una propuesta con el arte del buen comer y de una experiencia gastronómica.
Cada vez nos volvemos recolectores de experiencias. El que estas marcas le apuesten a participar, no sólo en productos sino en actividades, ya es algo extraordinario; pero que consideren la suma de chefs de renombre, que mediante una cocina bien cuidada nos hacen vivir una experiencia única es formidable.
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