Santiago, Chile.- Uno de los componentes más importantes de una estrategia de marketing, sin duda es el mensaje. Existen muchas formas de entregarlo y detrás de esas formas, siempre hay una estrategia creativa que nos da las directrices para comunicar aquello que queremos y la forma de hacerlo. Por tanto, considerar la forma de desarrollar la creatividad tiene una importancia significativa.
El aspecto creativo en el marketing comunicacional es uno de las áreas más interesantes de esta actividad ya que la estrategia que se utiliza, forma parte de un proceso integral y a ratos, su ausencia o mala aplicación, puede dañar seriamente una campaña. Encontrar el equilibrio entre creatividad y efectividad, será el punto clave para el éxito.
¿Pero qué es la creatividad y cómo se aplica al marketing? La creatividad ha sido definida como “una cualidad que poseen las personas que les permite generar nuevos enfoques, los cuales se reflejan en nuevas y mejores soluciones ante los problemas.” Eso, en términos generales, pero las perspectivas de lo que constituye la creatividad en marketing son variadas. Por una parte, algunos sostienen que la comunicación es creadora sólo si el producto se vende, mientras que otros aseguran que el valor estético o artístico del marketing creativo tiene un valor per se al ser original, novedoso e idealmente único. ¿Quiénes están en lo correcto? Probablemente ambos, por lo que habrá que encontrar un punto medio en la acción.
Planificar una estrategia creativa normalmente ofrece un desafío real. Investigar, hacer un brief creativo y generar objetivos, forman parte del proceso que se transformará en el mensaje final. Junto con ello, la estrategia debe incluir a representantes de la agencia y del cliente, así como también del equipo de creativos. Claramente, varias cabezas piensan más que una, por muy genial que esa sea. Una idea puede generar mil más.
La responsabilidad del desarrollo efectivo de la creatividad en el marketing comunicacional, recae por lo general en un equipo que debe tener en cuenta varios elementos: información, lo más completa posible, de la empresa; sus clientes y clientes potenciales, sus estilos de vida y sus motivaciones. Cada caso tendrá un apronte diferente, por sus propias características. A partir de esos elementos, el desarrollo de la creatividad estará directamente ligado a:
– Tomar riesgos para encontrar nuevas formas de comunicar y ‘vender el producto’
– Aprovechar las nuevas tecnologías para dar un vuelco a ideas ya probadas, potenciándolas
– Integrar a un grupo de personas con ‘actitud creativa’ , con una segunda mirada
– La realización completa del proceso creativo que implica, como aseguran los expertos: inmersión, digestión, incubación, iluminación y verificación real.