Si desaparece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México no dejaría al país en recesión económica, de acuerdo un análisis realizado por Moody’s Analytics.
La unidad de investigación de la calificadora destacó que la economía de México sería la mayormente afectada por una posible terminación del TLCAN, aunque aclaró que este impacto se concentraría en el año 2019, cuando el PIB podría retroceder dos puntos porcentuales.
Para 2018, el Producto Interno Bruto (PIB) retrocedería en 1.2 puntos porcentuales, en tanto que para 2020 provocaría un retroceso de 0.3 puntos porcentuales en el crecimiento económico, señala la calificadora.
Pese a que las negociaciones aún continúan, analistas de Moody’s alertaron que las posibilidades de que este acuerdo sea eliminado han aumentado en las semanas recientes, debido a las propuestas presentadas por Estados Unidos que han sido rechazadas por Canadá y México.
Entre estas propuestas destacan la inclusión de un porcentaje de contenido nacional en productos fabricados en la región; la cláusula de expiración para revisar cada cinco años el acuerdo; y la eliminación de los paneles de arbitraje, entre otras.
“Esta acción podría ofrecer una idea sobre las intenciones de Estados Unidos: provocar que Canadá y México abandonen las negociaciones para que el equipo estadounidense tenga éxito en terminar el acuerdo trilateral”, destacó el analista Alfredo Coutiño.
Esta estrategia permitiría a Estados Unidos avanzar potencialmente hacia la negociación de acuerdos bilaterales con Canadá y México. “La probabilidad de una desintegración del TLCAN continúa aumentando”, señaló Coutiño.
Bajo ese escenario, un análisis difundido esta semana por la firma ImpactEcon estimó que México sería el país más afectado en términos de empleos si se elimina el TLCAN.
El país perdería 951 mil puestos de trabajo, en tanto que Estados Unidos eliminaría poco más de 250 mil empleos y Canadá poco más de 125 mil posiciones.
Por sectores, aquellos más afectados en México serían los textiles, los artículos de vestir, la maquinaria pesada y la industria automotriz, de acuerdo con ImpactEcon.