De acuerdo con la agencia de mercadotecnia deportiva Euromericas Sport Marketing, 82 por ciento de los anuncios en que aparecen estrellas del deporte son más recordados por el público, por eso las marcas recurren a embajadores como los siguientes cinco deportistas, quienes tiempo después fueron objetos de escándalo, por lo que causaron el término de su fructífera relación.
Ryan Lochte
El nadador estadounidense dejó de ser embajador de tres patrocinadores, luego de un presunto robo, desmentido por las autoridades brasileñas. Speedo, Ralph Lauren y Syneron-Candela se deslindaron del atleta por su comportamiento inadecuado, pues aseveraron que no representa los valores que las marcas tratan de transmitir con sus deportistas.
New look…. Here We Go #Rio #2016 thanks @jennjonesatl #turnup #lightblue
Una foto publicada por Ryanlochte (@ryanlochte) el
Maria Sharapova
Nike abandonó a la rusa después de conocer el caso de dopaje, aunque posteriormente se retractó y regresó su patrocinio. También la marca de raquetas Head emitió un comunicado informando que regresarían el apoyo a la deportista mejor pagada durante 11 años (el año pasado ganó 6.7 millones de dólares en premios obtenidos en torneos y 23 millones por patrocinios).
Manny Pacquiao
Durante una entrevista, como parte de su campaña por ganar un puesto en el Senado de Filipinas, Pacquiao dijo, entre otras cosas, que “los homosexuales son peor que los animales”. Más tarde ofreció disculpas en Facebook por la comparación pero confirmó estar en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Sin embargo, era tarde, pues Nike dio por terminada su relación con Pacquiao, quien era embajador de la marca de 2006.
Lance Armstrong
Luego de que el ciclista, siete veces ganador del Tour de Francia, aceptó que hizo trampa durante las competencias, al ingerir drogas que mejoraban su rendimiento, Nike anunció que cortaría todos los lazos con el deportista, incluyendo el apoyo a Livestrong, la fundación caritativa contra el cáncer del atleta.
Tiger Woods
Tag Heuer terminó su contrato de 10 millones de dólares en 2011, tras el escándalo sexual en el que el golfista sostuvo relaciones extramaritales con 14 mujeres, incluyendo prostitutas y actrices porno, pues la marca inculcaba valores familiares.