El triatlón es un evento fascinante e impredecible. Son tantos los elementos que intervienen en él que resulta complejo pronosticar el desempeño de los competidores y el desarrollo mismo de la competencia. Recordemos para todos aquellos que no están familiarizados con este deporte que en él se ejecutan 3 diferentes disciplinas en el estricto orden siguiente: natación, ciclismo y carrera.

Es una disciplina que se practica en Juegos Olímpicos desde la edición de Sídney 2000, en Australia, tanto en la rama femenil como la varonil. A partir de esta edición realizada en Tokio, se estableció una modalidad de relevos mixtos, con distancias más cortas y la participación  de mujeres y hombres de manera simultánea. Históricamente esta prueba ha sido dominada por atletas procedentes de Reino Unido, Suiza, Australia y Estados Unidos.

¿Qué es todo eso que lo hace tan impredecible? La cantidad de participantes, la interacción entre los mismos, las condiciones de la marea en el agua, el funcionamiento del equipamiento del atleta durante la etapa de natación y ciclismo, las condiciones del clima, la estrategia de hidratación y nutrición, entre muchos otros.

Lo impredecible de este deporte se hizo más que evidente durante la realización de la prueba en Tokio, donde, un barco con camarógrafos a bordo se atravesó justo en el momento del arranque de la competencia, en aguas turbias y cálidas (cercanas a los 30 grados centígrados), provocando una salida en falso. Algunos competidores fueron bloqueados por la embarcación lo que provocó la suspensión y el reinicio de la competencia. Aquellos que se zambulleron con la energía y entusiasmo del arranque, debieron ser notificados de la situación mientras nadaban, teniendo que detenerse y volver lentamente a la línea de salida. 

Algunos competidores tomaron el incidente como uno de los tantos detalles imponderables que aparecen en este deporte y “agradecieron” el calentamiento obligado que la salida en falso provocó. Para otros, la experiencia fue mucho más dura; el triatleta australiano Jake Birtwhistle recibió una patada durante el arranque que le provocó una fractura de nariz.

El triatlón es un deporte emocionante y espectacular. Los eventos suelen ser largos y cada una de sus etapas resultan interesantísimas para los espectadores. Los aficionados japoneses hicieron caso omiso a las indicaciones de los organizadores acerca de no presenciar el evento para evitar la propagación del Covid 19 y se dieron cita en distintos puntos de la ruta para apreciar el desarrollo de la prueba. 

El triatlón olímpico en Tokio fue una fiesta con los factores imponderables de siempre, que lejos de demeritar el evento, lo enriquecen y lo hacen un deporte especial.