Cerca de 700 mil dreamers, en su mayoría mexicanos, están siendo utilizados por la Casa Blanca, por los congresistas republicanos y demócratas como moneda de cambio para obtener concesiones de seguridad fronteriza, incluido el muro del mandatario Donald Trump, señaló este lunes el diario The Washington Post en una editorial.

El rotativo deploró que el futuro de los cientos de miles de jóvenes se encuentre en este momento en manos de “políticos vacilantes” buscando ventajas políticas.

“El regateo con relación a los ‘dreamers’ muestra la disfuncionalidad de Washington en su peor forma”, lamentó el Post en su editorial titulado “Los dreamers, una ficha de negociación en el Congreso”.

Agrega que a pesar de que los jóvenes enfrentan un plazo a partir de marzo del próximo año para evitar ser deportados, el Congreso hasta el momento no ha ofrecido ninguna ruta legal para que permanezcan en el país donde han crecido, estudiado, trabajado y pagado impuestos.

“En su lugar, los ‘dreamers’ convertidos en una ficha de negociación, mantenidos como rehenes por políticos que buscan ventajas políticas en las interminables batallas partidistas de Washington”, indicó.

The Washington Post indicó en particular la presión de los sectores más duros de los republicanos que pretenden “demandas maximalistas” a cambio de un alivio migratorio para los ‘dreamers’, incluyendo el financiamiento al muro en la frontera y la reducción en la inmigración legal.

Sin embargo también acusó a los demócratas por haber fracasado en aprobar algún tipo de legislación de protección para los indocumentados en los últimos 15 años.

“Ahora los demócratas amenazan con bloquear una iniciativa obligatoria del gasto público, potencialmente cerrando el gobierno, a menos que la medida sea enmendada para resolver el estancamiento. Los republicanos dicen que eso es inaceptable”, acotó.

Aunque los republicanos han presentado una iniciativa de ley que busca proteger a los soñadores, incluye un condicionamiento para que no puedan regularizar a sus familiares durante un periodo de 15 años.

En contraste, los demócratas favorecen la más generosa iniciativa de ley “Dream” (Dream Act), que abre la puerta no sólo a la regularización de los indocumentados y sus familiares, sino también una ruta especial para obtener la ciudadanía estadounidense bajo ciertas condiciones.

La posición del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, quien sostuvo que el Congreso trabaja una solución para los “dreamers”, aunque el legislador aclaró que se requiere agregar algún tipo de protección fronteriza.

“Esto sugiere que los republicanos están más interesados en extraer concesiones que en proteger a cientos de miles de inmigrantes que han construido sus vidas en este país. No es exactamente una receta para la esperanza”, finaliza el diario.

Miles de jóvenes no nacidos en Estados Unidos y amparados bajo el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).

El programa inició en junio de 2012 como una medida del expresidente Barack Obama para la  integración de aquellos jóvenes no nacidos en Estados Unidos y que fueran hijos de inmigrantes ilegales, para darles la oportunidad de vivir, estudiar y trabajar en ese país.

La situación de los “dreamers” se complicó, luego de que Trump se comprometiera a suprimir el programa durante su campaña a la presidencia. Sin embargo, desde su llegada a la Casa Blanca ha estado enviando señales contradictorias, insistiendo particularmente en su voluntad de abordar la cuestión “con el corazón”.