• Maskota se ha convertido en una de las marcas más polémicas por la venta de animales y la atención que les brinda.

• El efecto de la pandemia ha impactado en los puntos de venta físicos.

• Maskota ha enfrentado diversas críticas por la atención que brinda a los animales que comercializa.

Las marcas se han visto impactadas por la contingencia de coronavirus en múltiples aspectos, solo que algunas de ellas no solo han tenido que batallar con el efecto comercial que esta pandemia ha tenido en México, al obligar al cierre de puntos de venta físicos, sino que también batallan con las nulas medidas de cuidado que implementan en el cuidado de los animales que comercializan, como es el caso de Maskota, una cadena de tiendas que vuelve a causar polémica, por el abandono en el que tiene a los animales que vende.

El hecho ocurre en esta ocasión en Veracruz, pero la marca ya ha sido acusada en estados como Hidalgo y Morelos, en diversos años, por lo que la falta de protocolos es evidente y es un desafío el que hace la marca, contra las organizaciones que exigen su cierre ante la falta de un trato ético a los animales que vende.

El libro que te muestra cómo recuperarte de un desastre

Maskota es exhibida y es un problema que no logró resolver

Maskota se ha convertido en una de las marcas más polémicas en el mercado y en esta ocasión la firma ha cometido un grave error, al acusar a la cuarentena del maltrato animal por el que vuelve a ser acusada.

En un video publicado en redes sociales se muestra cómo los animales de la tienda ubicada en Plaza Américas en la ciudad de Boca del Río, Veracruz, lucen totalmente abandonadas, situación que motivó la visita de autoridades municipales y representantes de la organización Earth Mission, en representación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, por lo que el hecho se convirtió en un nuevo y lamentable episodio para la marca, que ha respondido al incidente y no de la mejor forma.

A través de redes sociales, la cadena de tiendas contestó a uno de sus seguidores asegurando que se han tomado medidas sobre el abandono de los animales en su tienda, aunque su argumento central es que era culpa de la contingencia por coronavirus que se está viviendo en el país.

La marca aseguró que el cierre de la plaza y el hecho de que muchas tiendas se encuentren cerradas motivó la plaga de cucarachas que también fue denunciado en el video.

En relación a los acontecimientos de Boca del Río:

El bienestar de nuestras mascotas es prioritario; las imágenes que nos compartes son evidencia de una situación inaceptable y extraordinaria, consecuencia de la situación sin precedentes que estamos viviendo.

— Maskota (@MaskotaMexico) April 19, 2020

#Veracruz I En redes sociales circula video donde se ve el abandono en que se encuentran animales de la tienda #+Kota al interior del centro comercios Plaza Américas en el municipio de @_BocadelRio pic.twitter.com/u1KeBV2tFp

— Ruben (@RubenSantos_h) April 19, 2020

Las otras crisis de Maskota

Hay al menos dos ocasiones en que Maskota se ha involucrado en una crisis de marca, al exhibirse en redes sociales la manera en que trata a los animales.

Una de las denuncias más lamentables ocurrió en 2015 cuando se reveló un video en el que se mostró cómo empleados de una de estas tiendas en Hidalgo, agredían a un hamster, el cual fue pateado y tirado al suelo, mientras que a un perro chihuahua lo sostuvieron de sus genitales.

En otra de las denuncias, la tienda fue acusada en Morelos que luego del sismo de 2017 abandonó a los animales de la tienda.

Crisis de marca en momentos de contingencia

Algo que no pueden permitirse las marcas en momentos de contingencia como el que vivimos es enfrentar una crisis de marca y menos por acciones que llevan años cometiéndose y que han sido expuestas en diversos estados, tal como ha ocurrido con Maskota, una cadena de tiendas que se ha visto rebasada por la falta de atención en los animales que comercializa.

Estos incidentes deben de ayudar al consumidor a formar una decisión de compra más ética, pues solo con ello se obliga a las marcas a asumir protocolos comerciales realmente funcionales, en un momento en que el consumidor está ejerciendo un gasto con mayor seriedad.