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Se ha calificado de “inhumano” especular con los precios de este suministro médico, pues “atenta contra la vida de los enfermos“
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La ANPEC teme que la situación del oxígeno en México se replique con las vacunas anti-COVID, una vez que lleguen al grueso de la población
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Además de regular este mercado, la Alianza exige al Gobierno federal que decrete el uso obligatorio de cubrebocas
Con la crisis de la COVID-19 en México, se está formando una especie de “mafia” en torno a la venta de oxígeno. Así lo sugiere la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). En un comunicado, la organización denunció que los agentes privados están inflando el precio de sus productos en detrimento de la población en general. Específicamente señaló la venta, renta y recarga de tanques, un entorno ahora inmerso en una “especulación sin escrúpulos”.
A través de un sondeo, la ANPEC dijo que el costo de una recarga de oxígeno entre noviembre y diciembre era de 250 pesos. Ahora, asciende a los 290, casi el triple que hace un mes. Los tanques de 680 litros ahora suben hasta 18 mil promedio, seis veces más que los dos mil 800 de diciembre. El abuso más grave, “criminal” contra la vida humana según la Alianza, es el de los concentradores. Ahora cada uno se vende en 60 mil pesos, frente a los 11 mil del 2020.
Cuahutémoc Rivera, presidente de la ANPEC, señaló a Infra, Infra del Sur, Praxair y Cryoinfra como los principales responsables de la elevación radical de los precios. De acuerdo con los comercializadores a los que contactó la Alianza, estos proveedores han encarecido el oxígeno y productos relacionados. El líder de la organización llamó a las autoridades públicas a regular y controlar los precios, de forma que la economía de las familias de México no se derrumbe.
La búsqueda por oxígeno
Estas exigencias de la ANPEC responden a un fenómeno que se ha ido consolidando en el país desde hace semanas. Agentes como Infobae han retratado cómo muchas familias han tratado de conseguir oxígeno para sus familiares enfermos de COVID-19 a como dé lugar. Lo anterior ha provocado enormes filas para las recargas, muchas veces de horas, para que el gas se agote en cuestión de minutos. Por supuesto, esto no es lo más grave de la situación.
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Milenio ya había reportado sobre una verdadera mafia en torno a la comercialización de los tanques de oxígeno en México. El mercado negro no solo ha aprovechado la escasez de este recurso para impulsar sus ganancias. También está incluso tratando de comercial con recargas del mismo gas. Si bien as autoridades públicas han dicho que harán lo posible para evitar que se den abusos de comerciantes, las demandas de la ANPEC reflejan que no han sido exitosas.
De acuerdo con Forbes, a autoridades como la Profeco y la Cofepris no les ha quedado más remedio que aliarse con los proveedores que ahora señala la ANPEC. De la mano de Infra y Medigas, han impulsado una campaña para pedir a los usuarios devolver sus tanques de oxígeno cuando terminen de usarlos. Esto, para incrementar los suministros disponibles en el mercado y permitir que los precios bajen, al tiempo que más gente pueda cuidar a su familia.
Pandemia, en su peor momento
Más allá de la situación de escasez en el mercado del oxígeno, hay otras señales de que México está pasando por un momento de crisis sin precedentes en su batalla contra el virus. Un nuevo ranking de Bloomberg todavía indica que el país es el peor lugar para vivir en todo el mundo en cuanto a la respuesta contra la COVID-19. Esto corrobora un reporte previo que el medio había lanzado, lo que muestra que la situación no ha cambiado aún con las vacunas.
En paralelo al fallo del plan de vacunación y la falta de oxígeno, el costo del tratamiento mismo de la COVID-19 ha presentado una nueva barrera a los consumidores. INTERprotección dio a conocer hace unos días que el mexicano promedio tendría que pagar cerca de medio millón de pesos por un tratamiento contra esta enfermedad. Esto, porque la gran mayoría de la gente no tiene un seguro de gastos médicos y tendría que acudir a un proveedor de salud privado.