La imagen pública y la reputación de una marca son factores de suma importancia para mantener la lealtad y engagement de esta ante su público. Sin embargo, un escándalo o conflicto que involucre la imagen de una empresa puede representarle el deterioro de su legitimidad.

Desde que Elon Musk fundó Tesla Inc. (originalmente Tesla Motors) en 2003, en California, la compañía se destacó por ser innovadora con sus productos que buscan revolucionar el mercado automotriz con vehículos eléctricos y, en las versiones de lujo, con un sistema de Autopilot.

Hoy, la marca es una de las más valoradas en cuanto a reconocimiento del consumidor, pero también en cuanto a valor de compañía a nivel mundial, -100 del ranking Interbrand 2016- con una valoración de 4 mil 011 millones de dólares, además está en el top 10 de empresas tecnológicas y automotrices.

Sin embargo, su imagen se ve afectada a causa de la difusión de una demanda por discriminación que entabló una ingeniera de Tesla en contra de la compañía, el año pasado.

Según un reporte revelado por The Guardian, AJ Vandermeyden, es quien acusa a la compañía de ignorar sus quejas de “acoso generalizado”, ya que percibía un sueldo más bajo que el de otros colegas hombres que hacen el mismo trabajo, y no fue considerada para promociones, otorgando esas posiciones a ingenieros menos calificados que ella.

De acuerdo con el medio, la ingeniera también sufrió acoso al estar expuesta a “lenguaje inapropiado, silbidos, y gritos” en la fábrica y que sus quejas sobre esto causaron problemas con la administración de Tesla.

Este caso no es reciente, viene desde 2015, incluso Vandermeyden sigue trabajando en Tesla, aunque en un departamento diferente. Llama la atención en los medios gracias a la entrevista que publicó The Guardian y porque se da en un momento en el que las tecnológicas no pasan por su momento en cuanto a la atención a la equidad de género.

Hace unos días Susan Fowler, una ex ingeniera de Uber, publicó una carta en un blog en la que relata acusaciones similares de prácticas de trabajo sexistas en la startup de San Francisco. El hecho se propagó por redes sociales y una gran cantidad de medios a nivel internacional.

En respuesta, Uber emprendió una investigación relacionada, de hecho contrató al ex procurador de Estados Unidos, Eric Holder para que la dirija. Ya dio resultados, este día se informó que la compañía despidió a un trabajador.

Regresando al caso de Vandermeyden, dijo al medio británico que es una de las defensoras de Tesla porque “cree en que están haciendo grandes cosas, pero no puedo cerrar la vista si hay algo realmente malo”.

Por su parte, Tesla no ha hecho un pronunciamiento público, en un mail a The Guardian señala que entiende “la importancia de fomentar un lugar de trabajo inclusivo”, sin embargo, en una empresa de 30 mil trabajadores es inevitable que haya “un pequeño número de individuos que hacen reclamaciones contra la empresa, pero eso no significa que esas reclamaciones tienen mérito”. Otros medios como Fortune señalan que no han recibido respuesta.

Este tema toma mucha relevancia en momentos complicados para la vida política y social de Estados Unidos y, un compromiso como la equidad de género es algo que otras grandes marcas han tomado como propio, entre ellas Apple, Facebook, Dropbox, IBM, y Hewlett-Packard, incluso durante la administración de Barack Obama se impulsó una iniciativa.