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Black Mirror es una de las series de Netflix con un profundo engagement con el público.
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Originalmente fue producida por Zeppotron para Endemol y salió al aire en Channel 4.
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Black Mirror: Bandersnatch comenzó a popularizar los contenidos interactivos.
Sin duda, el último contenido de Netflix que logró acaparar la atención tanto de medios como en redes sociales es Black Mirror: Bandersnatch, el episodio -a manera de película para televisión (streaming en este caso).
Se trata de lo que muchos supusieron un largometraje en sustitución de una quinta temporada, y otros lo ven precisamente en el lado opuesto, el preámbulo de una nueva entrega de la serie más disrruptiva de los últimos años.
Black Mirror es una de las series de Netflix con un profundo engagement con el público. En sus inicios fue producida por Zeppotron para Endemol y salió al aire en Channel 4, y este que llegó a la plataforma de streaming logró convertirse en un fenómeno mundial.
Algo que parece se coronó con Bandersnatch, película dirigida por David Slade (30 días de oscuridad, Crepúsculo: Eclipse, y American Gods). Pues además de volver a plantear una historia algo lúgubre que expone algunas de las debilidades humanas, se trata de un contenido interactivo.
El contenido fue tendencia antes durante y posterior a su estreno, y sus efectos colaterales fueron diversos; uno positivo fue que le dio pauta a Netflix a seguir generando marketing como con el video detrás de escenas, o un negativo, cuando Will Poulter (Colin Ritman) tuvo que cerrar su cuenta de Twitter a raíz del acoso y críticas por parte de los usuarios.
Una nueva demanda
Si bien, Black Mirror ha sido fundamental en la estrategia de Netflix tanto para invertir en contenidos a través de licencias de distribución como en producciones originales, ahora se suma a la lista de los que le significan un problema.
Lo anterior debido a que la editorial Chooseco LLC, presentó una demanda en contra de la compañía por presuntamente infringir los derechos de una de sus marcas comerciales.
De acuerdo con la demanda presentada este viernes ante una corte de Vermont, Estados Unidos, citada por Polygon y varios medios, el problema es que Black Mirror: Bandersnatch viola los derechos de marca de la serie de libros infantiles “Choose Your Own Adventure”.
La editorial alega que ha sido titular de esta marca de libros desde la década de 1980, de la cual asegura haber vendido más de 265 millones de copias, de acuerdo con THR.
Añade que actualmente 20th Century Fox sí cuenta con los derechos para poder desarrollar una serie interactiva inspirada en Choose Your Own Adventure y que, pese a que hubo negociaciones con Netflix durante años por una licencia similar, esta nunca se otorgó.
También señala que desde antes del estreno de Black Mirror: Bandersnatch envió peticiones a Netflix para que desistiera de usar su marca sin obtener una respuesta positiva.
“La asociación con este contenido sombrío empaña la famosa marca registrada de Chooseco”, señala la queja. Por todos estos argumentos, pide una compensación de 25 millones de dólares.
La lista crece
Ya no resulta extraño conocer que Netflix está involucrada en una polémica, el problema es que esto ya no sólo sucede por que alguna estrategia de marketing es la que provoca el disturbio, sino ahora también por problemas legales.
No se puede determinar si procederá la demanda por Black Mirror: Bandersnatch, pero sin duda algo está pasando en la compañía de Los Gatos y que deben trabajar mucho más en los derecho y construcción legal de sus productos.
Sólo en el último año ha tenido varios casos de demanda; además de este contenido interactivo, en octubre pasado un Templo Satánico demandó a Netflix por el presunto uso indebido y sin su consentimiento del diseño del monumento de Baphomet en The Chilling Adventures of Sabrina; antes, el fundador y CEO de easyJet, Stelios Haji-Ioannou también demandó a la compañía californiana por el uso indebido del nombre Easy, para una de sus series.
https://www.youtube.com/watch?v=XM0xWpBYlNM