En 2017 la distribución de un catálogo de Ikea en Israel en el que solo aparecían hombres y niños se convertía en blanco de las críticas en la lucha contra la discriminación. Y todo apunta a que las consecuencias de la distribución de ese material no acabaron allí.
La empresa de muebles suecos, responsable de publicar esa edición dedicada a la comunidad ultraortodoxa judía en la que no aparecían mujeres ha sido demandada casi dos años después, tal como informó el diario israelí Haaretz.
Según señala la agencia EFE, el pasado miércoles ha sido una mujer judía ortodoxa junto al Centro de Acción Religiosa de Israel, los que han introducido la demanda ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén.
La demanda colectiva se ha entablado tanto contra la filial israelí de Ikea, que opera bajo régimen de concesión así como de Shuki Koblenz, director de la misma.
Lo que piden a la justicia israelí es que a las 10.000 mujeres ultraortodoxas se les compense con cerca de 363 euros a cada una, debido a la falta de sensibilidad mostrada con la publicación del que han bautizado popularmente como el “catálogo kosher”.
Los demandantes ha expresado en el documento que el no incluir a mujeres y niñas en el catálogo se envía el mensaje de que el género femenino carece de valor, “incluso en el espacio del hogar familiar que se muestra” en la publicación.
Alegan que la posición presentada, perjudica especialmente a las mujeres dentro de la comunicad ultraortodoxa, tal como también manifestaron en su día grupos feministas y consumidores, hasta el punto de que Ikea tuvo que dejar de distribuir el llamado “catálogo kosher” y cambiarlo por otro en el que no aparecían personas.
El tema de la discriminación de género en la comunidad israelí ultraortodoxa ya ha sido tratado en los juzgados con una sentencia que ha sentado precedentes. La misma fue emitida en septiembre pasado y condenaba a una cadena de radio ultraortodoxa a pagar una multa de unos 238.000 euros por “excluir a las mujeres en sus emisiones.