No es secreto que si algo trajo la irrupción del entorno digital en el mundo del entretenimiento eso fue un mayor acceso a toda clase de contenidos. Sin embargo, también supuso un nuevo giro para la piratería, uno de los problemas más frecuentes del sector en el que ahora se ven involucradas firmas como Google y Youtube.
En principio es justo recordar que la piratería no es un asunto nuevo en ningún mercado. En el caso particular de México tenemos que según cifras de CIDAC, 8 de cada 10 mexicanos asegura ser consumidor de piratería. Más preocupante es reconocer que 85 por ciento de los mismos utiliza como argumento que este modelo les permite comprar productos a los que de otra manera no tendrían acceso.
Al mismo tiempo 3 de cada 4 mexicanos afirma que todo el mundo lo hace, mientras que dos tercios de la población asegura que se trata de una práctica que impide que las grandes corporaciones y empresas se enriquezcan.
De hecho, el 60 por ciento de los consumidores aunque reconoce que es ilegal, no consideran que la piratería y el incorrecto manejo de los derechos de autor sea un delito grave.
Esto ha generado perdidas importantes para diversos sectores. Por ejemplo, para la industria del video on-demand, en datos de Statista, las pérdidas a escala global generadas por la piratería deberían de alcanzar los 51 mil 600 millones de dólares (mdd) para 2022. Es decir, casi 10 veces el dinero que perdía todo el sector poco más de una década atrás, para finales de 2010.
Una demanda en curso
En medio de este escenario llama la atención reconocer las verdaderas responsabilidades que redes sociales como Facebook o espacios de difusión de información como Youtube y Google podrían tener en el reforzamiento de esta mala practica.
Este asunto ha quedado cuando menos sentado luego de que se diera a conocer la existencia de una demanda en contra de Google y su filial Youtube, mismas que son acusadas por presuntamente explotar la piratería de películas mexicanas y latinoamericanas mediante publicidad.
De esta manera, la demanda fue interpuesta por el productor de películas en español, Carlos Vasallo, quien asegura tener la “colección más grande del mundo” de películas mexicanas y latinoamericanas, y que acusa a Google y a YouTube generar ganancias gracias a las copias piratas de sus películas que circulan en sus servicios.
Esta demanda ha sido firmado por la empresa de Vasallo, conocida como Athos Overseas, la cual indica que ambas empresas, al permitir que las películas se muestren en sus servicios, generan tráfico sostiene que las empresas permiten que las películas se muestren en sus servicios lo que genera tráfico y ganancias para Youtube y Google, sin que etas paguen por una licencia, según la demanda presentada el lunes en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida.
En la denuncia se sostiene que las películas en cuestión son “una parte tan valiosa de la Época de Oro del cine mexicano que Carlos Slim, el multimillonario magnate de la televisión más famoso de México y América Latina, anteriormente le ofreció a Vasallo más de 100 millones de dólares por toda su colección de películas”.
Al mismo tiempo se indica que estas producciones han sido vistas “innumerables veces” en YouTube y “han generado ingresos significativos para los acusados” a expensas de Athos.
Google y YouTube se han enriquecido injustamente con la “apropiación indebida intencional” de las películas, y causaron que Athos sufriera una pérdida en el valor de la colección, agrega el documento.
Merca2.0 se puso en contacto con el equipo de Google para encintar una respuesta al caso sin hasta el momento obtener una postura oficial.
Para Youtube y Google no resulta nada bueno estar involucradas en un asunto como este no es nada bueno a pesar de que la piratería parece ser algo poco dañino desde la óptica del consumidor.
Lo que una vez más queda en juego es la responsabilidad que esta plataforma tiene sobre el contenido que se difunde en sus servicios, asunto que poco ha quedado definido.