
- Europa anunció 47 proyectos para impulsar la producción local de 14 metales estratégicos.
- La iniciativa busca reducir la dependencia externa de materiales críticos para 2030.
- Los proyectos abarcan extracción, procesamiento y reciclaje. La UE quiere evitar la dependencia excesiva de un solo proveedor, como China.
En un panorama mundial marcado por una creciente desglobalización y la imposición de aranceles que está llevando a cabo Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, la Unión Europea (UE) decidió asegurar su suministro de materiales estratégicos.
La estrategia, que busca disminuir la dependencia de fuentes externas, especialmente en un contexto geopolítico volátil, se cristaliza en una lista de proyectos enfocados en la extracción y producción doméstica de metales indispensables para su transición energética.
Europa y el tema de los metales críticos
Este martes 25 de marzo, la Comisión Europea hizo pública una lista de 47 proyectos considerados primordiales para impulsar el desarrollo dentro del bloque de 14 de los 17 materiales que juzga esenciales para su futuro energético.
La acción se enmarca dentro de la aplicación de la Ley de Materias Primas Críticas, acordada en 2023, mediante la cual la UE se propone obtener el 10% de sus necesidades a través de la extracción local, procesar el 40% y reciclar el 25% para el año 2030.
Entre los materiales que abarca esta iniciativa se encuentran metales fundamentales como el aluminio, el cobre y el níquel, junto con el litio, un componente clave para la fabricación de baterías, y elementos de tierras raras empleados en imanes para turbinas eólicas o en vehículos eléctricos.
Los 47 proyectos se distribuyen en 13 Estados miembros de la Unión Europea: Bélgica, Francia, Italia, Alemania, España, Estonia, República Checa, Grecia, Suecia, Finlandia, Portugal, Polonia y Rumanía.
Abarcan distintas etapas de la cadena de valor, incluyendo la extracción, la transformación y el reciclado, e incluso algunos combinan estas actividades.
Estrategia con los metales clave para el futuro
La motivación principal de la UE detrás de esta iniciativa radica en la necesidad de evitar una dependencia excesiva de un único proveedor de metales fundamentales.
El planteamiento surgió a raíz de los problemas causados por la pérdida del suministro de gas ruso a bajo costo cuando surgió la guerra con Ucrania y los inconvenientes en la cadena logística durante la pandemia.
En la actualidad, China domina en el mercado de la extracción de tierras raras y en el procesamiento de metales destinados a baterías de vehículos eléctricos y paneles solares, entre otros sectores de gran importancia presente y futura.
Los proyectos anunciados se enfocan en materiales como el litio, el níquel, el grafito, el cobalto y el manganeso, con el objetivo de fortalecer la cadena de suministro para la manufactura de baterías.
Algunos de estos proyectos involucran más de un metal. Además, habrá proyectos relacionados con el magnesio y el wolframio para atender las necesidades de la industria de defensa de la UE.
Cuestión de autorizaciones y tiempos
Un aspecto importante de esta estrategia de Europa es la agilización de los procesos de obtención de permisos para estos proyectos, los cuales estarán limitados a un máximo de 27 meses para la extracción y 15 meses para el tratamiento o reciclado.
La dilación en la obtención de permisos ha sido un obstáculo para numerosos proyectos con enfoque ecológico en toda la UE, llegando a tardar años en concretarse debido a la necesidad de cumplir con las normativas de los 27 Estados miembros y las exigencias de las comunidades locales.
El proyecto prevé la conformación de un grupo de financiamiento que ofrecerá asesoramiento, utilizando garantías públicas provenientes de bancos nacionales, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, con la finalidad de estimular la inversión privada.
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