No solamente las industrias y las marcas están evolucionando a velocidad vertiginosa. También se están transformando las expectativas laborales y la forma de sentirse ligado a la empresa a la que perteneces

Existe una nueva generación de colaboradores orientada a resultados, creatividad e innovación, que esperan trabajar en una empresa que tenga un propósito superior, visión y valores a los cuales se puedan identificar y afiliar. Esta parece ser que es la clave que busca el nuevo perfil de socios de negocio. 

Wellness en la oficina 

El término burnout, sinónimo de estrés, es una palabra que ha ganado popularidad con los millennials. El agotamiento físico por jornadas largas de trabajo está en la mira. Pero también emerge un concepto que habla de que hoy en día no son suficientes las variables tradicionales de una posición laboral: el boreout. Que significa una falta de motivación laboral profunda y continua.

El salario emocional contempla cumplir ahora con valores emocionales que garanticen que tu trabajo se vincula con tus expectativas emocionales y de crecimiento. Variables como satisfacción laboral, propósito superior de compañía, visión, valores, conciencia social, colaboración, retroalimentación. Si estamos frente a un entorno de cambio, evolución, flexibilidad, es necesario alinearnos a este nuevo perfil de colaboradores y sus exigencias. No necesitamos gente aburrida por su trabajo queriendo hacer proyectos innovadores y apasionantes.

Reeducando nuestro cerebro

Hay una forma muy eficiente de ser más resiliente: reeducando a tu cerebro. ¿Cómo recuperarse de las situaciones estresantes que pasamos todos los días? ¿De los errores inesperados, de las descalificaciones, frustración, de los problemas diarios? La respuesta puede ser entrenando tu cerebro de nuevo, reprogramándolo vía la resiliencia. 

El gran Daniel Goleman que tanto nos ha enseñado de inteligencia emocional ahora se suma al movimiento del Mindfulness a través de la resilencia. La amígdala central, responsable de detectar el peligro y activar los instintos ancestrales de la respuesta de huida o lucha, necesita una ayuda. La resiliencia puede contribuir a sobreponernos de esta respuesta y a trascenderla. 

El Mindfulness ayuda a registrar todo lo que ocurre en el momento presente con total atención pero sin reaccionar. Practícalo y pasa del lado del estrés al lado de la resiliencia. Hazlo un hábito diario. 

Expreso doble de Dopamina o Cortisol

Creemos que en la oficina no hay espacio para los pensamientos y sentimientos complicados. Pero esto no va en línea con nuestra capacidad humana. Todos tenemos sentimientos que van ligados a los miedos, fracasos, dudas. Los líderes no tropiezan por tener dudas, temores o pensamientos y sentimientos negativos, sino por quedarse atrapados en ellos. También por racionalizar todo.

Los líderes efectivos usan la agilidad emocional. Conversan consigo mismos, gestionan sus propios sentimientos y pensamientos. Esto puede ayudar a aliviar el estrés, solucionar problemas y errores, ser más innovadores y productivos. 

Reconoce tus patrones, etiqueta tus emociones y sentimientos, reconoce cuando se trata de una emoción o de un sentimiento. Acéptalos, no los niegues, vívelos, disfrútalos. Apégate a tus valores, son tu salvavidas. 

Al completar tareas sencillas y breves nuestro cerebro libera dopamina, la hormona del placer. Se sugiere no empezar con problemas, llamadas, juntas, distracciones. Mejor elige lo más importante para empezar esos primeros minutos que tienen gran potencial de creatividad y planeación. 

El Mindfulness puede ayudarte a tener juntas de trabajo más cortas y precisas. Antes de empezar una junta dedica un par de minutos a practicar la respiración. Aquieta tu mente. Si es posible haz juntas breves de 30 minutos o máximo una hora. Intenta terminar las reuniones inclusive antes de la hora pactada. 

Cada hora o dos horas dedica un par de minutos a una práctica sencilla de mindfulness. Estas pausas te ayudarán a evitar pasar al modo automático y perder la concentración y la plena conciencia del momento. 

La práctica del Mindfulness cambia la anatomía del cerebro. Está relacionado con el mejor rendimiento, resistencia a las distracciones, así como respuestas correctas. Medítalo, ponte en sintonía hoy mismo.