En 2016, Roberto Peñacastro, CEO de Leadsales, tenía un sueño: trabajar en Google. Incluso, en sus redes sociales llegó a escribirlo. Lo logró.
Poco tiempo después, dos años para ser exactos, dejó lo que el consideraba su trabajo de en sueño para convertirse en emprendedor, pese a que siempre había querido trabajar en Google.
La difícil tarea de emprender comienza, valga la redundancia, con inicio, como toda historia, independientemente de si termina bien o termina mal.
Pero iniciar es, sin duda, el gran reto del emprendimiento, pues significa dejar la zona de confort para adentrarse a un terreno totalmente o casi totalmente desconocido para el que, en realidad, no se está preparado.
Roberto Peñacastro, cuando todavía cursaba la universidad, siempre tuvo en mente trabajar en una de las compañías más poderosas del planeta, debido al enorme aprendizaje que una persona puede obtener.
Ahora, siendo el CEO de su propia compañía, todos los conocimientos adquiridos los está poniendo en marcha, aunque, de acuerdo con lo que ha contado, no fue sencillo.
En una charla con el medio Business Insider, Peñacastro reveló que, en efecto, “Fue muy difícil, honestamente. Yo estaba en el trabajo de mis sueños, y me encantaba Google”, pero tampoco se arrepiente de su decisión.
Con Leadsales, su negocio, Roberto se dedica a ayudar a Pymes en la atención a clientes a través de plataformas como WhatsApp, Instagram y Facebook Messenger.
Su crecimiento ha sido tal que, en la actualidad, ya trabaja con 650 clientes en 20 países y se estima que este año cerrará con ingresos 16.9 millones de pesos.
Como mencionamos líneas arriba, el gran reto del emprendimiento es el hecho de iniciar, partir desde cero en una nueva aventura que tiene las mismas probabilidades de fracasar como de tener éxito. No hay nada seguro.
De hecho, ese es uno de los factores que influyen en las personas para decidir no emprender, pues resulta mucho más seguro quedarse en la zona de confort que volver a iniciar en un proyecto totalmente nuevo.
Esto no quiere decir que, para Peñacastro, haya sido fácil, puesto que dejar su trabajo de en sueño siempre fue motivo de duda; sin embargo, “lo que hizo más fácil esto, fue darme cuenta de un concepto bien sencillo ‘si no es hoy, cuándo’”, contó a dicho medio.
“Si me lanzo y fracaso, no pasa nada. ¿Qué es lo peor que podría pasar? No me voy a morir y si me quedo sin chamba, puedo conseguir otra o incluso puedo regresar a Google”, afirmó.
Por supuesto, como en todo, siempre ha dudas y cuando se trata de negocios, las hay mucho más todavía; arriesgarse implica confiar, tener fe en que las cosas funcionarán, aún cuando, por el otro lado, siempre estarán los cuestionamientos.
Ahora bien, lo único que, al parecer, sí hubiera hecho de manera diferente es ser menos radical, pues, a su consideración, es posible emprender y tener un trabajo estable.
“Tampoco es negro o blanco, no es salirte y ser emprendedor. No necesariamente es así, si tu trabajo te lo permite y tienes la suficiente flexibilidad puedes hacer ambas cosa”, asevera.
Aquí vemos varias enseñanzas en cuanto a las estrategias de marketing: arriesgarse, no temer salirse de la zona de confort, no titubear de más y, sobre todo, tener el deseo de hacerlo, aún cuando las circunstancias parezcan no permitirlo.
Al día de hoy, Roberto Peñacastro tiene el propósito de hacer de Leadsale el workspace digital número uno de Latinoamérica y expandirse a 6,000 clientes en todo el mundo.
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