Cada año mueren alrededor de 7 millones de personas a causa del tabaquismo pero, de ellas, 600 mil muertes ocurren entre personas no fumadoras expuestas al humo de tabaco, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ello, el tema es un asunto social y de salud que aqueja a los gobernantes. Por ejemplo, de acuerdo con el Ministerio de Salud francés, en los próximos tres años se incrementará a 10 euros por paquete de cigarros en ese país (unos 11.35 dólares o 208.8 pesos), lo que convertirá al precio del tabaco en uno de los más caros de Europa.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial hasta el 2015, los países con más impuestos al cigarro, son: Israel, Eslovenia, Bulgaria, Polonia, Turquía, Estonia, Finlandia, Grecia, y Chile. Los gravámenes al cigarro, van del 79 al 86 por ciento.
Ahora, en el Vaticano, el Papa Francisco ordenó que a partir del año 2018, las tiendas y los negocios ubicados dentro de ese territorio dejarán de vender cigarrillos a sus empleados.
El portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, reveló que “el motivo es muy simple: la Santa Sede no puede cooperar con una práctica que perjudica claramente la salud de las personas”.
Era una costumbre entre los trabajadores del lugar comprarcigarros de diversas marcas del mundo, ya sea en el supermercado de la Santa Sed, y otros puntos de venta.
De hecho, se trata de una fuente de ingresos para el Vaticano, pero aún así serán prohibidos.
A pesar de que los cigarrillos vendidos, a precio descontado, a los empleados y pensionistas del Vaticano sean una fuente de ingresos para la Santa Sede, ningún beneficio puede ser legítimo si pone en peligro la vida de las personas
Esto impacta al mercado en el que se espera que este 2017, las ventas aumenten 22.8 mil millones de dólares.