Por eso hemos visto tal cantidad de campañas de todo tipo alrededor de un evento que cada cuatro años desata una locura. Y miren que no es cosa pequeña. Si bien hay una tendencia al menor consumo de televisión tradicional, nuevamente hay un récord en la televisión mexicana: un partido de la Selección Nacional se posiciona como el programa más visto en la historia.
Con tales niveles de audiencia en juego, hay que encontrar formas de realizar la mejor entrega del mensaje de mercadotecnia que ayude a “mover los indicadores” que cada empresa tiene.
Y me llamó la atención los despliegues de adidas y Nike: ambas marcas competidoras usaron el llamado Deep Fake y la inteligencia artificial para mostrarnos “universos” que no se podían ver tan reales. Si bien, parece que la tecnología está muy avanzada, aún se aprecia el efecto “fake” que se puede afinar más, pero creo que como inicio y para no “espantarnos” demasiado, funciona bien. En México, el que se animó fue Jumex con un viaje por la vida de Rafael Márquez, otrora jugador del FC Barcelona y capitán de la Selección Mexicana.
¿Qué posibilidades representa esto para el futuro? Muchas. Lo primero, es cómo se van a ver los videojuegos (que mucho tiene su origen ahí). La digitalización de jugadores y movimientos sigue avanzando a pasos agigantados y los “gamers” exigen cada vez mejores gráficos y mucho más realismo. Si bien, EA Sports ha sido quien más ha popularizado este efecto, también lo es que otros videojuegos buscan tener personajes que se vean bastante realistas. Lo cual me lleva a la primera paradoja del metaverso: mientras Marke Zuckerberg y Meta buscan “caricaturizar” los avatares en Horizon para evitar “desconexiones con la realidad”, muchos videojuegos han ido en un camino hacia la mayor simulación de la realidad posible.
Deep Fake, la combinación de Deep Learning y Fake News, ha nacido y crecido con muchos detractores por las implicaciones éticas que puede tener. Desde mi punto de vista, esto sucede con cada nueva tecnología, en este caso debe ser vista como una herramienta más que puede ser usada para objetivos mercadológicos. Tal como ahora están haciendo los estudios de cine con la tecnología de “Volumen” revelada con “El Mandalorian” de Disney-Star Wars y llevada al siguiente nivel por 1899 de Netflix. Es importante que los mercadólogos y publicistas entiendan las implicaciones, los pros y contras del uso de esta tecnología especialmente cuando se trata de storytelling.
¿Qué opciones me vienen a la mente? Se puede usar Deep Fake para piezas emocionales y nostálgicas. Un poco como lo que hizo adidas presentando a Lionel Messi en diferentes momentos de su vida o el mencionado spot “Creer da frutos” de Jumex con el “Kaiser”, Rafa Marquez.
También se me ocurre usar esta tecnología para ofrecer demostraciones de producto. Imagina que por un momento puedas verte usando una herramienta, o cierto “outfit”. Podrías probarte cualquier combinación de productos en existencia y tener una visión muy aproximada de como te verías. La personalización en este sentido se convierte en clave, y eso es muy valioso en nuestros días. En este sentido, podemos esperar experiencias muy inmersivas, especialmente para los ecommerce que aún encuentran resistencias de los consumidores ante ciertos productos que requieren probarse o verse físicamente.
Amazon ya inició este camino incorporando Realidad Aumentada (AR) con su opción “Virtual Try-On for Shoes” que permite visualizar, desde tu smartphone, cómo se verían los sneakers que quieres adquirir.
Y no puedo dejar de mencionar al Influencer Marketing, o alguna campaña con celebridades, en lugar de pasar horas en shooting de fotos y videos, repitiendo escenas o haciendo cambios de vestuarios, todo se reduciría a recibir una buena cantidad de fotos y “pietaje” en formato digital para que posteriormente la Inteligencia Artificial se encargue de todo. Y no solo eso, podríamos “traer” influencers del pasado que no tuvieron la oportunidad de vivir en la época de los medios sociales. Imaginemos a Bruce Lee o Johan Cruyff a hablarnos de temas actuales. Las posibilidades son infinitas.
¿Ustedes qué piensan?