Tesla sometió a un ex trabajador negro a un ambiente de trabajo racialmente hostil y no hizo nada para evitar que fuera acosado. Así lo determinó la justicia de los Estados Unidos.
El jurado decidió que la empresa cofundada por Elon Musk deberá pagarle más de US$ 130 millones a Owen Diaz por diferentes daños. Díaz trabajaba en la fábrica de Tesla en Fremont, estado de California, durante el año 2015.
Según publica WSJ, tras tener acceso al expediente, en la planta de Tesla lo llamaban con epítetos raciales y le dejaban imágenes y frases racistas en los baños y comedor del establecimiento.
La fábrica era la única de ensamblaje de automóviles de Tesla en ese momento, y empleaba a unas 9.900 personas.
Luego del veredicto, Díaz, de 53 años, dijo que la decisión fue para él como sacarse “un peso de encima”.
Tracey Kennedy, abogada de Tesla, dijo en su argumentación final que no había evidencias de que Díaz haya sido acosado y que la compañía no debería ser considerada responsable. Buena parte de los trabajadores de la fábrica de Tesla no son empleados directos de esa compañía, sino que son tercerizados a través de agencias de personal.
La vicepresidenta de Recursos Humanos de Tesla, Valerie Capers Workman, escribió en un correo electrónico a los empleados este lunes 4 de octubre que cuando Díaz se quejó del acoso, la compañía se aseguró de que estas agencias tomaran las medidas pertinentes.
“Si bien creemos que estos hechos no justifican el veredicto del jurado en San Francisco, reconocemos que en 2015 y 2016 no éramos perfectos”, agregó en la nota que luego fue publicada en el blog de Tesla.
Elon Musk, hasta este momento, no ha hecho declaraciones.
El juicio se centró en tres hechos:
- Tesla sometió a Díaz a un entorno de trabajo racialmente hostil;
- la empresa no impidió que sufriera acoso racial;
- y fue negligente.
Tesla negó durante el juicio que tuviera conocimiento del comportamiento discriminatorio y de acoso y por eso no tomó medidas para proteger a los empleados negros.
El jurado falló a favor de Díaz en todos los reclamos y ordenó a Tesla a pagar US$ 6,9 millones por daños compensatorios y US$ 130 millones por daños punitivos.
Esta decisión no es buena para el marketing de Tesla, que desde hace tiempo viene luchando con este tipo de dificultades. La que se conoce este martes es la segunda vez en los últimos meses que el fabricante de vehículos eléctricos ha sido declarado responsable en un caso que involucra denuncias de acoso o discriminación por motivos de raza.
Otro ex trabajador negro de Tesla, Melvin Berry, ganó una sentencia de US$ 1 millón en mayo de 2021 después de que se descubrió que sus supervisores lo calificaban con insultos raciales en la misma fábrica de Fremont.
