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En cada uno de los vuelos, habrá 18 asientos en medio que la aerolínea comercializará con este nuevo modelo
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También se empezarán a implementar algunos controles de salud para evitar la propagación de la COVID-19 en los vuelos
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Algunos de ellos serán revisiones de temperatura, así como el uso obligatorio de cubrebocas y desinfectante
Son pocas las empresas que pueden presumir haber salido verdaderamente sin heridas de la actual crisis sanitaria. Muchas compañías han visto caer sus negocios al suelo, con la gente encerrada en casas y sin ganas de gastar. Varias marcas han gastado mucho dinero solo para poder seguir operando o vendiendo, provocando cifras rojas. En el sector viajes, casi todos los servicios están detenidos. Ante esta situación, una aerolínea está desesperada por ingresos.
Pero la decisión que acaba de tomar para compensar la falta de ingresos no le va a gustar a ninguno de sus clientes. A pesar de las medidas de distanciamiento social, muchas personas han tenido que seguir viajando en avión. Y conforme las medidas de prevención en torno a la COVID-19 empiecen a levantarse, poco a poco las personas volverán a estos servicios, con mayores expectativas de salubridad. Una aerolínea está dispuesta a cumplirlas, por un precio.
De acuerdo con AdAge, la aerolínea estadounidense Frontier acaba de presentar su programa “More Room”. Se trata de un servicio adicional que las personas pueden pagar para asegurar que el asiento medio esté vacío. El costo adicional de este beneficio puede ir de los 39 y hasta los 89 dólares, dependiendo del vuelo. Se espera que esta propuesta aplique para todos los viajes que realice la compañía entre el viernes ocho de mayo y hasta el próximo 31 de agosto.
Una mala decisión para la aerolínea
Cabe resaltar que la industria de la aeronáutica lo está pasando notablemente mal durante la actual crisis sanitaria. En México, parece que Interjet está ahogado en deudas, lo que hace más grave la falta de negocio que está sufriendo la aerolínea. Una de sus principales rivales, Aeroméxico, también está reportando devastadores resultados trimestrales, también a raíz de la baja demanda. Incluso GE decidió que recortará la plantilla laboral en su unidad aeronáutica.
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Frontier acaba de tomar una decisión de negocio muy poco prudente. Es evidente que todas las marcas de la industria están pasando por un momento muy difícil, en términos financieros. También, en este contexto, es indispensable encontrar todas las formas en las que se puede monetizar los servicios y activos de la compañía. Así pues, desde un punto de vista que se enfoca estrictamente en la liquidez de la marca, el nuevo servicio de la aerolínea de lógico.
Sin embargo, desde el punto de vista de su imagen y reputación, es una decisión que bien puede mandarla a la quiebra. Las personas están buscando con desesperación que todas las marcas trabajen para resolver la crisis de la COVID-19. Sin embargo, vender la seguridad y la integridad física de las personas como un “servicio adicional” es en extremo avaricioso. No solo muestra poca empatía, sino también poco entendimiento de la gravedad de la situación.
¿Opciones para el sector?
Como ya se dijo, esta aerolínea y sus rivales no son las únicas que está sufriendo con esta contingencia. Adidas tuvo que llegar a un acuerdo con Alemania para obtener un rescate de miles de millones de dólares (mdd). Uber, para seguir operando, ha ofrecido nuevos trabajos a sus socios conductores. En automotriz, Renault anunció sus intenciones de abandonar el mayor mercado de coches del mundo. Sin embargo, la aeronáutica la está pasando peor.
Y la solución a esta caída abrupta no es fácil de encontrar. De acuerdo con CNBC, todo pende de que cada aerolínea pueda convencer a sus clientes de que es seguro volver a volar. Por su lado, la BBC propone que la industria se concentre en resolver las interrogantes logísticas y darle mantenimiento a sus vehículos para cuando la demanda regrese. Y de acuerdo con el New York Times, muchas marcas solo han dicho que tendrán que aceptar el impacto sin más.