Aunque no lo creas, existen factores que pueden hacer que los profesionales del marketing y la creatividad no cobren lo correcto por el trabajo que desempeñan.
Entre otras causas, puede suceder que no se tenga claridad de lo que debe cobrarse, pero también llega a pasar que los creativos no están del todo seguros de los que vale su trabajo y hasta llegar a tener poca estima por lo que son capaces de hacer.
También, desde luego, existen los clientes morosos o aquellos que piensan que por ser amigos o familiares del creativo en cuestión no deberían pagarles por su labor, esta clase de errores son mucho más frecuentes de los que podrías pensar.
¿Por qué sí debes tener remuneración en tu trabajo, por más simbólico que esto pueda llegar a ser? Porque te has preparado por mucho tiempo en tu formación visual y profesional, además de enriquecer tu espíritu, lo haz hecho para obtener ganancias y vivir de tu trabajo y talento creativo. No para regales tu trabajo.
Ahora compartiremos diez reflexiones que te ayudarán a decidir cuándo cobrar y cuándo no por tu los productos gráficos que generes.
1. Si bien la familia y los amigos son fundamentales en tu vida, no dejes que se aprovechen de ti. Cóbrales el trabajo que les hagas.
2. No deberías dar muestras gratis de tu trabajo, los clientes son capaces de utilizarlas como ejemplos de lo que buscan e irán con la competencia.
3. No entregues originales de tu trabajo entre los requisitos para ocupar a alguna vacante creativa. Se pueden quedar con ellos y a lo mejor ni te contratan.
4. Si piensas que es conveniente trabajar gratis para tener exposición o o para aprender, la verdad es que estás equivocado. No olvides que en ese lapso hay quienes sí obtendrán ganancias y será muy triste si es a partir de tu trabajo.
5. Si haces prácticas profesionales o pasantías seguramente vas a desarrollarlas con mayor motivación si obtienes una remuneración por ellas.
6. Puedes realizar trueques, intercambios creativos o pagos en especie. Pero cuida que estos beneficios realmente sean equitativos .
