• El 48 por ciento de las personas con un trabajo tienen planeado mejorar sus habilidades para buscar nuevas oportunidades laborales

• Para el 30 por ciento de la gente es normal comentar su carrera o las actividades en la oficina con otros, si están satisfechos con este aspecto

• Tres de cada cuatro profesionales jóvenes creen que cambiar de una compañía a otra es la mejor forma de progresar en su industria

El entorno laboral actual parece ser bastante complejo. Prácticamente cada semana se dan noticias de una empresa que despidió a miles de colaboradores. A eso se debe sumar que tanto pequeñas compañías como grandes corporativos se están declarando en bancarrota y reduciendo operaciones de izquierda a derecha. Y quienes aún conservan su trabajo, tienen que lidiar con la presión y el estrés del burnout, o los esquemas complicados del home office.

Justo en este contexto, parecería una muy mala idea renunciar a un trabajo. Al final, pocos creerían que dejar una estabilidad económica en estas condiciones del mercado es una buena idea. Lo cierto es que, muchas veces, dejar un trabajo poco satisfactorio es la única forma de salir adelante. De acuerdo con el Huffpost, las personas lentamente van sacrificando su salud física y mental solo para no dejar ir un salario, poniendo en jaque su integridad a largo plazo.

Por supuesto, no siempre es fácil identificar cuándo es momento de renunciar a un trabajo o no. Todas las empresas y plazas tienen cosas frustrantes que son parte de las actividades diarias. Y por más que la gente lo quiera creer, pocas personas pueden disfrutar al 100 por ciento de cada minuto y minúsculo aspecto de su carrera profesional. Así pues, ¿cuando sabe uno que es momento de avanzar a la siguiente etapa? Según Iron Hack, hay cinco señales:

Tu trabajo te genera estrés, irritabilidad y cansancio

De nuevo, es imposible que las personas estén 100 por ciento satisfechas con las actividades que realizan todo el tiempo en su empresa. Sin embargo, no es bueno que estos sentimientos sean una constante. Si cuesta trabajo dormir, o se necesitan muchas ganas para salir adelante en un día regular de trabajo, entonces es una señal de que es momento de renunciar. No se debería poner una energía sobrehumana solo para salir adelante en un día común y corriente.

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No pasa el tiempo

Una característica importante de un trabajo satisfactorio es el reto. Las personas jamás deben quedarse en una empresa que ya no les ofrece un camino hacia adelante y donde las tareas diarias no representan más que una rutina fácil de resolver. En este sentido, es positivo ver en qué lugar se podría continuar mejorando las habilidades en el largo plazo. De lo contrario, una persona se queda en su lugar de comfort y termina por quedarse atrás de otros profesionales.

Es un tabú hablar del trabajo

Una buena parte del día la ocupamos en las oficinas y en las actividades que nos dan el sustento diario. Sin embargo, muchas personas que ya no están satisfechas con su empleo prefieren enterrar todo lo que hacen a lo largo del día y no discutirlo con amigos o familia. Esto es una señal clara de que ya no se está generando ningún placer ni satisfacción de las tareas diarias. Por lo tanto, lo mejor sería dedicar el talento y esfuerzo en proyectos más interesantes.

No hay una alineación entre valores personales y organizacionales

Tal vez aún hay retos por superar, las actividades sin interesantes y todavía hay un espacio de crecimiento. Pero muchas personas no están de acuerdo con los valores de sus empresas. O bien, con las características de su cultura interna. De nuevo, las personas pasan una buena parte de su tiempo y talento en este tipo de proyectos. La gente debería poder sentirse alegre o satisfecha con el impacto que sus esfuerzos tendrán en la comunidad o el entorno a futuro.

No hay oportunidades ni salarios adecuados en el trabajo

Al final de cuentas, las personas deben sentirse con la posibilidad de poder construir una carrera profesional exitosa y con amplio espacio para crecer. Pero tal vez la empresa o la industria donde están ahora no les permitirá crecer como especialistas, ni les ayudará a tener los ingresos que desean en el largo plazo. En este contexto, lo mejor es tratar de hacer un re-skilling y buscar una forma de prepararse mejor para encontrar un nuevo objetivo a futuro.