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Las autoridades de EEUU han dicho que el caso de Cienfuegos es sólido, y reafirma que las pruebas liberadas por AMLO lo demuestran
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Originalmente, se iba a juzgar al líder militar por sus presuntos nexos con líderes del narcotráfico
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Sin embargo, tras una pequeña crisis diplomática con México, la Unión Americana aceptó ceder el caso a su vecino del sur
Ya el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hizo olas en la relación entre México y Estados Unidos (EEUU) en días pasados por el caso Cienfuegos. No solo la Fiscalía decidió que no había suficientes evidencias para lanzar un juicio contra el militar, algo que el Ejecutivo defendió. Incluso el mandatario liberó los documentos del caso, en contra de los acuerdos con la Unión Americana, y dijo que el caso había sido fabricado. Ahora, ha subido más la apuesta.
De acuerdo con Milenio, AMLO acaba de retar a la Administración de Control de Drogas (DEA) de los EEUU a lanzar una investigación interna. Señaló que se necesita “aclarar quién fabricó el expediente, quién dió la orden de aplicarlo”. Apuntó que este proceso es crucial para que la credibilidad del organismo permanezca intacta. Señaló que mientras no aclare la falsificación de los documentos, no piensa responder a la institución por haberlos liberado públicamente.
También aprovechó para mencionar que el caso supuestamente fabricado contra Cienfuegos representa un golpe a la soberanía de México. Reafirmó que las pruebas, sin sustento, eran solo una excusa para “convertirse en jueces” de los gobiernos que le precedieron. AMLO, a la vez, señaló que los mejores agentes de la Fiscalía analizaron el expediente. Así, apunta que no permitirá que se afecte el prestigio del gobierno, la institución o de cualquier ciudadano.
AMLO, ¿poniéndose en conflicto con Biden?
La situación de Cienfuegos ha puesto una significativa tensión entre el Gobierno de México y EEUU. De acuerdo con Reuters, el Departamento de Justicia, en cuanto se dio a conocer la decisión de no presentar cargos en contra del militar, dijo que estaba decepcionado. No solo eso, sino que ha rechazado enérgicamente las declaraciones de AMLO que acusan de haber fabricado. También están decepcionados que el presidente haya revelado los documentos.
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Pero este nuevo reto para una investigación interna en la DEA se da en un contexto distinto al que se dió el resto del caso de Cienfuegos. La diferencia más notable es que ahora es Joe Biden quien está al frente de EEUU. Y ya hay varios especialistas que creen que el inquilino de la Casa Blanca no tendrá una relación tan amable con AMLO como Trump. El Financial Times afirma que, para la Unión Americana, su vecino podría ser “difícil”, frente a los últimos años.
Lo anterior se debe en gran parte a la retórica de AMLO. De acuerdo con Forbes, hay una gran preocupación que el presidente de México busque minar las instituciones democráticas en el país. Algo que Biden, que se ha tratado de posicionar como un líder que restaurará a EEUU como referente de la democracia, ciertamente no permitirá. Así que un reto a una investigación interna en la DEA, de un caso que la Unión Americana defiende, podría ser tan solo el inicio.
El estira y afloja del caso Cienfuegos
A lo largo de los últimos meses, la administración de AMLO parece decidida a que el tema de Cienfuegos no desaparezca de los reflectores. En octubre, cuando se informó de la detención del militar, el tema se volvió tendencia rápidamente. No solo porque EEUU habría llevado a cabo la operación sin haberle avisado a los agentes de inteligencia en México. También por la misma cruzada contra la corrupción que se estaba llevando a cabo en el territorio nacional.
Por otro lado, la liberación de Cienfuegos no solo causó la indignación de EEUU. También en las redes sociales se encendieron comentarios inflamatorios contra AMLO y su administración. Para muchos, representa una muestra de cómo el poder político de México aún tiene una gran preferencia por las Fuerzas Armadas. No solo eso, sino que también se quiere mantener una retórica de lucha con la corrupción, sin realmente llegar a enjuiciar a los grandes responsables.