Muchas empresas se sienten confortables con tener un sitio web más o menos cumplidor y económico. Lo cierto es que actualmente existen varias plataformas de pago o incluso gratuitas para que cualquier mortal (me refiero a cualquiera que no haga diseño web) pueda desarrollar un sitio y posicionarse en buscadores para crear su canal comercial. Sin embargo, la saturación de sitios, la competencia y el volumen de negocios que buscan hacer negocios en canales digitales, nos llevan a la exigencia de un nivel superior y diferenciado, en este medio cada vez más competido.
Y es aquí donde yo siempre sugiero llevar nuestra gestión web a otro nivel, a través de estudiar lo que se llama “Usabilidad Web”. Este término consiste en estudiar la forma en cómo nuestro sitio fluye hacia la audiencia. Parte de un principio, acuñado por el Sr. Steve Krug en su libro “Don´t make me think”, donde indica que nosotros no leemos páginas web, las “escaneamos”. La forma en como captamos el contenido de un sitio funciona a partir de una serie de convencionalismos, de posición de algunos elementos y la forma en cómo colocamos los textos, párrafos y la importancia de los mismos.
Con base a lo anterior he desarrollado una metodología para analizar la usabilidad de un sitio web, un proceso un tanto científico pero que permite mirar aquellos detalles que definitivamente hacen la diferencia, y consiste de los siguientes pasos:
1. Intención
Se debe revisar si el posicionamiento de la marca o negocio, y el Brand character corresponden con lo que se mira en el sitio web. Esto suena un tanto obvio, pero créanme que hay grandes disparidades entre lo que una marca representa y lo que refleja el sitio.
2. Assessment
Se debe entender las características de la empresa o negocio, la agresividad de su entorno competitivo, cuál es la audiencia esperad y los verdaderos objetivos del sitio. Aquí existen páginas sensatas que solo desean informar y no vender, y existen otras con propósitos de conversión y que reflejan totalmente lo opuesto.
3. Taxonomía
Esta fase corresponde a la aplicación de técnicas semiológicas, tanto de forma como de fondo o significado, para sacarle el máximo provecho a la comunicación de un sitio, y tiene que ver con los convencionalismos existentes y la posiciones, tamaños o uso de figuras, tal como muestra la siguiente imagen, extraída del texto “100 Things every designer needs to know about people” de Susan Weinschenk, donde el uso distinto de la simetría puede modificar significativamente la atención y recepción de un mensaje.
Diseño
Esta última fase del entendimiento de usabilidad consiste en evaluar el flujo del contenido en función a la lectura convencional de un sitio que hace el consumidor. Existen estándares de posición, como el logotipo en la parte superior izquierda, que nos guste o no es donde comienza la lectura del sitio.
Finalmente, el componente de testing o pruebas es importante en todo momento y en varias etapas de la vida de un sitio, diría yo que debe ser una práctica continua. Aquí es donde el “Diablo esconde sus detalles” . En el ejemplo de abajo vemos una serie de pruebas que se hicieron a un sitio donde la mirada de la modelo y su actitud generaron un significativo impacto en la visibilidad e interacción con el sitio web:
Esto es muy importante, tanto la posición, el gesto, la mirada y la actitud, mostraron resultados con una variación de hasta 8 puntos porcentuales.
Por estas razones, la usabilidad web estará cobrando cada vez más importancia, porque no será suficiente montar un sitio estándar para competir y destacar en la jungla digital.