Internacional – Las nuevas tecnologías y dispositivos electrónicos han provocado que haya cambios de conducta en nosotros, sobre todo en comparación con otras generaciones. Un ejemplo de esto son las horas que pasamos frente a un dispositivo móvil. Un video recopila estos momentos y los deja a la vista de padres y abuelos.

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Una de las principales diferencias es la forma en la que socializamos, pues en la actualidad sólo basta con con mandar un “Wathsapp” o un mensaje por Facebook Messenger. En relación con esto el estudio de Common Sense señala que el 63 por ciento de los niños menores de 8 años tiene un teléfono inteligente. Cabe mencionar que esta cifra está creciendo en 28 puntos desde el 2011.

CS también indica que los ingresos de la familia tienen que ver con ello, pues la clase baja de norte América tiene de un 22 por ciento a un 65 por ciento de usar más dispositivos electrónicos en casa, un 2 por ciento a un 22 por ciento en clases de economía media y un 63 por ciento en familias de clase alta.

Por otra parte AT&T señala que la edad más optima para que los niños empiecen a usar dispositivos electrónicos es a las 12 años, aunque muchos empiecen desde antes. La gran oferta de dispositivos electrónicos puede haber propiciado lo anterior.

En relación con esto Nature Valley elabora un impactante video donde se ve la diferencia entre las generación actual y la pasada en relación con los momentos al aire libre que se pierden al estar en un smartphone o tableta. Los datos ofrecidos en el video muestran situaciones alarmantes que a primera vista no paracen afectar a los menores.

Es necesario mencionar que hay adecuaciones el estos dispositivos para que puedan ser usados en niños, como por ejemplo cubiertas para iPad, celulares cada vez más resistentes a caídas como los Motorola o los CAT. El diseño también puede haber influido, como el Samsung Hello Kitty.

Los smartphone o tabletas cubren las necesidades de comunicación de personas en constante movimiento como por ejemplo adolecentes y personas en edad laboral, pues facilitan la forma en las que nos comunicamos. En cambio un niño siempre está acompañado y al cuidado de otras personas, por lo que no necesita un teléfono, además de que existen aparatos tradicionales que pueden sustituir el uso de estos. Una de las acciones que han tomado los padres de familia es designar un tiempo determinado en el que los menores hacen uso de un dispositivo con conexión a Internet.