Se han preguntado, ¿qué tan sencillo es detener lo que uno ha puesto en marcha? El éxito, muchas veces, no se logra siguiendo ciegamente el camino que en un inicio pudiera parecer el correcto; el reto radica en poder ver, adaptarse, rodar y tomar decisiones en nuevos horizontes y librar aquellas rutas que de pronto se cierran, se debilitan o se quiebran por razones inesperadas.

Considero que la parte interesante de la vida, de los negocios y de la mercadotecnia son las intersecciones; concepto derivado de la palabra latina “intersectio”, que puede traducirse como “encuentro entre dos líneas que se cortan una a la otra” y que es el fruto de la suma de varios componentes.

Actualmente, en este mundo tan dinámico, no podemos darnos el lujo de seguir el camino amarillo, como lo dice la famosa frase de la obra clásica “El Maravilloso Mago de Oz”, de Lyman Frank Baum (1856-1919).

Sin duda, uno de los retos más interesantes del marketing y de las campañas de relaciones públicas es entender claramente que las audiencias deben de construirse con el tiempo y, sobre todo, manteniendo una adecuada cadencia, un buen ritmo que les ofrezca beneficios a través de contenidos de valor, de amplia variedad de formatos y vías de comunicación.

El fracaso tiene un gran potencial, los errores y los tropiezos pueden servirnos, siempre y cuando tengamos la humildad y la madurez de aceptarlos y de aprender de cada uno de ellos.

Los programas de content marketing y relaciones públicas están diseñados para perdurar a largo plazo, por lo que tomar la decisión de pararlos en seco no es recomendable, ya que implica riesgos para las marcas; construir una buena reputación y lealtad de marca toma años y, siendo crudos y realistas, el que te olviden toma unos cuantos meses e incluso semanas o días. Lo mismo sucede con la captación de seguidores y suscriptores a websites, blogs y redes sociales; si no eres constante y no te comprometes a brindar contenidos originales que impacten y aporten de manera constante y positiva, y si además tomas la tajante decisión de parar, lo más seguro es que te abandonarán, principalmente porque la oferta y la competencia por captar públicos interesados en productos, servicios y soluciones, a través de medios digitales, nunca había sido tan feroz.

Tan solo en Estados Unidos, durante 2019, se produjeron aproximadamente 500 series de televisión; de estas, las proyecciones apuntan que 150 tienen riesgo de ser canceladas a corto o mediano plazo y sólo aproximadamente 50 de estas series tienen proyecciones positivas en términos de vida y retorno de inversión; además, nadie puede saber a ciencia cierta cuáles serán, porque, finalmente, el público lo decidirá en el camino.

Una de las claves reside en investigar, sumergirse en el talento creativo, poner todo el ímpetu para desarrollar productos y servicios disruptivos que generen emociones, que resuelvan problemas y que hagan la vida de los consumidores aún más fácil y, al mismo tiempo, más interesante.

Por lo tanto, pongamos especial foco en las ideas, en seguir, en persistir, en no parar, a menos que sea completamente justificado. Los temas de presupuesto se pueden resolver de diferentes maneras, si la idea no es buena, no importa qué tanto dinero se invierta para llegar a la meta. Hoy las personas quieren sentir, consumir y rodearse de autenticidad, de experiencias; temas, enfoques, objetivos, muchos colores, no solamente el amarillo, para llegar a diferentes destinos.