Apenas días después de que se hablara sobre la primera muerte relacionada con el uso del piloto automático, un nuevo caso se ha dado a conocer, en el que también un Tesla semi autónomo se ha visto involucrado en un accidente que afortunadamente no cobró víctimas.
Los hechos ocurrieron en una carretera de Pensilvania, y a diferencia de los acontecimientos donde falleció una persona al volante de un Tesla Model S, en esta ocasión el vehículo corresponde al modelo X de la misma empresa.
El Tesla Model X viajaba por la carretera con el piloto automático funcionando cuando de pronto golpeó la barrera de seguridad, por lo que perdió el control y se volcó. No obstante, ninguno de los dos pasajeros resultó herido.
Esta información fue presentada por Detroit Free Press y se basa completamente en las declaraciones del conductor, sin embargo, aún no existe información pública sobre las investigaciones respecto al accidente, y de igual forma, Tesla Motors tampoco ha emitido declaraciones al respecto.
En el caso del accidente falta ocurrido en mayo, el problema del piloto automático se debió a que la cabina de color blanco del trailer contra el que se impactó el Tesla Model S, era de color blanco, por lo que en un día “particularmente brillante”, los distintos sensores del vehículo no pudieron disparar una maniobra preventiva o evasiva, y de hecho, el conductor del vehículo tampoco habría tomado ningún tipo de reacción, por lo que supuestamente no habría sido capaz de ver el trailer.
CEO’s de distintas empresas globales han hablado de cómo los vehículos autónomos ayudarán a disminuir accidentes, incluido el propio Elon Musk, sin embargo, fue el CEO de Volvo quien se aventuró a asegurar que para el año 2020 los vehículos serían “a prueba de muerte”.