La prevención no entra dentro de la lista de cualidades que poseemos como mexicanos, y mÔs bien nos caracterizamos por dejar todo para el último y remediar en lugar de prever, aun cuando nuestra desidia tenga costos monetarios.
Uno de los temas que solemos postergar es lo relacionado con nuestro funeral, a pesar de que lo Ćŗnico seguro que tenemos en esta vida es la muerte. Ante ello, la industria funeraria y las aseguradoras han llevado a cabo grandes esfuerzos para crear una cultura de prevención, la cual permitirĆa que el consumidor adquiera con tiempo productos y servicios que lo ayudarĆan a Ć©l o a su familia a enfrentar un fallecimiento con mayor tranquilidad.
En el vaso especĆfico de las funerarias, la estrategia de comercialización se basa en generar un sentido de necesidad anticipado, al ofrecer paquetes de servicios prepagados que pueden adquirirse a plazos y a costos congelados; es decir, lo adquirimos hoy y no volveremos a desembolsar nada mĆ”s, a pesar de que los costos de los servicios se encarezcan con el paso de los aƱos.
La lógica de las casas funerarias, sobre todo las de gran tamaño, es que todos nos vamos a morir, entonces ¿por qué no comprar prematuramente y con descuento nuestro sepelio o cremación, en lugar de dejar esa responsabilidad a nuestras familias cuando llegue nuestro fin?
De acuerdo con las Ćŗltimas cifras reveladas por el Instituto Nacional de EstadĆstica y GeografĆa (INEGI), en 2015 murieron 692 mil 320 personas en MĆ©xico, de las cuĆ”les 64% fueron ciudadanos de mĆ”s de 60 aƱos. Este Ćndice de mortalidad es suficiente para mantener en el mercado a 5 mil casas funerarias que existen a nivel nacional, segĆŗn el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef).
Sin embargo, uno de los grupos funerarios mĆ”s grandes de MĆ©xico, (que cuenta con una sucursal en FĆ©lix Cuevas), indicó en un comunicado reciente que, en nuestro paĆs, la previsión funeraria tiene una cobertura de sólo el 4% de la población, mientras que, en paĆses como EspaƱa, 4 de cada 10 ciudadanos (40%) suelen comprar su funeral anticipadamente.
La estrategia de dejar nuestro lecho de muerte preparado suena atractiva, sobre todo cuando nos enteramos que un servicio funerario puede costar en promedio 60 mil pesos, si lo adquirimos āa la mera horaā, y poco mĆ”s de la mitad si lo compramos con antelación.
Pero si a la falta de cultura de prevención le agregamos que algunas funerarias, en su afĆ”n por difundir sus servicios anticipados, caen en estrategias de pĆ©simo gusto, donde es evidente su falta de sensibilidad y con las que atropellan los sentimientos de los dolientes, es difĆcil difundir un cambio de percepción sobre prevenir ante la muerte.
Un ejemplo de esto, ādel que fui testigo recientementeā es la actividad de volanteo que realiza una casa funeraria afuera de las capillas donde se realizan misas de cuerpo presente. Los volantes contienen información sobre atractivos descuentos, como funerales al 2×1 y otras promociones que pueden ser incluso hasta insultantes para aquellos que estĆ”n en las etapas iniciales de un proceso de duelo.
Aunque traemos como herencia prehispĆ”nica el respeto y el culto a la muerte, tambiĆ©n la caricaturizamos y la tomamos con sentido del humor, pero eso es en pĆŗblico, porque en privado la muerte sigue siendo un tema tabĆŗ, lo que nos impide hablar y planear al respecto. Ćstas son las contradicciones con las que tienen que lidiar las empresas funerarias y de seguros.
AsĆ, en un panorama en el que nuestra parte solemne le gana a la lĆŗdica, nuestras propuestas de marketing deben dar a este tópico un tratamiento de sumo cuidado, y debemos de estar conscientes de que en algĆŗn momento podemos ofender a alguien, aunque no sea nuestra intención.
Aunque en este tema pareciera que hay poco margen de maniobra para las ideas publicitarias y de marketing, siempre podemos recurrir a los argumentos lógicos que conlleva la falta de prevención ante un fallecimiento: no dejes deudas a tu familia, deja protegidos a tus hijos, y hazle mÔs llevadera tu pérdida. Si logramos hacerlo con la suficiente creatividad, podremos avanzar en el proceso de generar conciencia sin ofender a alguien.