@morawar
Hace ya algunos años, todos los lunes tenía que ir a la escuela con mi traje de “gala” (que era el uniforme más incómodo de toda la semana y que no me dejaba jugar fútbol cómodamente en el recreo) pues se tenían que hacer los honores a la bandera. A primera hora nos formaban a todos alrededor del patio y una vez que nos pedían guardar silencio nos ponían en las viejas bocinas de la primaria el famoso Toque de Bandera.
Luego venía la escolta formada por los niños más estudiosos, muy serios ellos, bañaditos y bien peinaditos y aplanados sus “gallos” con limón.
Para cerrar la ceremonia, todos cantábamos el himno nacional, para que al final la coordinada escolta diera su vuelta correspondiente al patio para salirse de la zona.
Esto lo seguimos viviendo en la mayoría de las primarias y secundarias del país. Ya llevamos muchos años haciendo este ritual patriótico a nivel nacional.
Lo que quiere decir que desde pequeños nos han inculcado el respeto a los símbolos patrios y, hayan quitado o no la materia de civismo de las materias que llevan los niños, estos símbolos siguen presentes no solo en la escuela, sino en la comunicación de gobierno y en los medios de comunicación cada vez que se celebra la Independencia de México, la Revolución y, como recién sucedió, el Día de la Bandera.
Recientemente, un gran revuelo se notó en las redes sociales después de haber visto el video que sacó Televisa, en el que hacen su “remix” del Toque de Bandera con una sabrosa cumbia, llevándonos desde la más sobria y respetuosa celebración a la bandera hasta la fiesta más cumbianchera que se pueda tener en una posada de oficina de gobierno.
Un gran disgusto de parte de muchas personas que consideraron como una falta de respeto relacionar el Toque de Bandera, y el uso de la misma, con ese estilo popular colombiano y presentarlo como una fiesta donde se hace uso de los colores de la bandera y la bandera misma en diferentes situaciones comunes, en las que hasta un perro corriendo la trae en el hocico (o en su boquita, no se vayan a molestar los dog lovers).
El tema es que, aunque pase el tiempo, los mexicanos seguimos sintiendo muy propios todos los símbolos que representan a nuestra nación, a nuestra patria y a nuestros orígenes como mexicanos. (Aunque lo noto más cuando juega la selección mexicana y el resto del tiempo, muchos, no todos, ni pelan).
Es más fácil que “desgarremos nuestras vestiduras” si vemos expresiones “diferentes” como esta en los medios de comunicación, y si son difundidas por Televisa, con mayor razón, ya que es identificada por sus detractores como algo negativo para la sociedad mexicana (ya sea porque la identifican como el aparato oficial de comunicación del Estado, porque se dice que no ofrece al público contenido de calidad o porque se diga que la información que ofrece no es objetiva ni apegada a la verdad).
El hecho es que por este video le están pegando hasta por “debajo de la lengua” a la televisora a través de las redes sociales y si a esto sumamos las burlas convertidas en memes por el lanzamiento de su nuevo servicio en streaming (Blim) les está “lloviendo mucho en su milpita”. (Aquí ya mejor omitimos las desafortunadas declaraciones de Andrea Legarreta y Raúl Araiza).
Dos temas a analizar aquí: primero, revisar el fenómeno de la gran cantidad de gente ofendida en su nacionalismo por esta versión cumbianchera del Toque de Bandera, pero que no se muestran tan indignados en las redes sociales por temas graves como el crecimiento de la pobreza en México (más de 55 millones de mexicanos, casi la mitad de la población total en el país) o por el deshonroso segundo lugar que tiene México como el segundo país más violento en toda América, de acuerdo al índice de Paz Global 2015 del Instituto para la Economía y Paz.
Estamos convencidos que los medios de comunicación tienen una enorme responsabilidad con la sociedad mexicana y que sus contenidos no deben ofender y si ofrecer contenido de alta calidad, pero es importante también que los televidentes, el auditorio, los consumidores de medios, tomen también un papel importante de responsabilidad en lo que exigen y reclaman y priorizar en los temas a tocar en las redes sociales.
Parece ser que nosotros mismos somos los principales “distractores” de los temas de importancia nacional cuando acusamos a los medios de que ellos lo son.
Dejemos que los medios traten de salvar su pellejo sin afectar a terceros (tan solo la TV abierta cayó un 15% su rating y la tendencia parece ser que va con ese camino). Tienen que ganar la confianza de los anunciantes de una u otra manera. Este video será tan efímero como muchos otros contenidos. Igual y no fue tan acertado como hubieran querido, pero se nota que fue un esfuerzo por diferenciarse y por llamar la atención, aunque sea negativamente y para que hablen de ellos, mal, pero que hablen. (Estrategia con la que nunca estaré de acuerdo).
Mientras, los “consumidores” de los medios podríamos abrir un poco más nuestra mirada para darnos cuenta que hay temas mucho más graves para denunciar por las redes sociales. Pero bueno, es derecho de todos expresar lo que nos plazca en las redes y aprovechemos que es una herramienta de libre expresión.
Por lo pronto, dentro de la libertad de expresión y para echarle más limón a la herida, a ver si no nos presentan una nueva versión el año que viene del toque de bandera y oigamos (al tono del Grupo Cañaveral): “Se levanta en el mástil mi bandera, como un sol entre céfiros y trinos, ¡¡¡Pi Pi Pi Pi Pi!!!
Aquí el video:
