MĆ©xico, D.F.-. Hace tan sĆ³lo un par de aƱos atrĆ”s, sentir cierto malestar en la garganta era una seƱal de peso para asistir al mĆ©dico y ser diagnosticado para encontrar una cura a dicha dolencia. En la actualidad esta reacciĆ³n es cada vez menos frecuente entre las personas, quienes han encontrado en los medios digitales soluciones personalizadas, inmediatas y acordes a su concepto de bienestar.
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La situaciĆ³n anterior lleva a los laboratorios farmacĆ©utica e instituciones enfocadas a la salud a reinventar sus estrategias de comunicaciĆ³n, con la intenciĆ³n de llegar a un consumidor cada vez mĆ”s empoderado y mantener a MĆ©xico como el segundo mercado farmacĆ©utico mĆ”s importante en AmĆ©rica Latina con un crecimiento anual en la producciĆ³n del 9 por ciento entre 2013 y 2020, como lo indican las cifras de ProMĆ©xico.
En este contexto, el concepto health marketing toma protagonismo como una evoluciĆ³n de lo que antes era conocido como comunicaciĆ³n de la salud.
Como lo menciona Helena RodrĆguez, directora de comunicaciĆ³n de marketing de Llorente y Cuenca, ātomando en cuenta las tendencias emergentes de medicina personalizada, la centralizaciĆ³n en el paciente y el concepto de bienestar, podemos afirmar que hoy en dĆa la industria le estĆ” asignando una importancia cada vez mayor a la conexiĆ³n emocional con el consumidor y este nuevo estilo de estrategia la denominamos health marketingā.
De esta manera no se trata de hablarle a un paciente que espera a que su problema sea resuelto por un especialista, sino a un consumidor que asume tener el control de su salud asĆ como de aquellos tratamientos que mejorarĆ”n su bienestar.
En este sentido, Helena RodrĆguez comparte desde Llorente y Cuenca tres puntos bĆ”sicos para entender la evoluciĆ³n de la comunicaciĆ³n de salud al health marketing:
Hablar de las personas como consumidores y no pacientes
āEl concepto ‘do it yourself’ ha trascendido incluso al Ć”mbito de la salud, donde las personas ha tomado seriamente las riendas de los tratamientos que deben realizar y quĆ© medicamentos comprar en caso de haber varios competidores similares. Esto ha llevado a que el pĆŗblico general no quiera ser tratado como ‘paciente’ en la publicidad y las RRPP, sino mĆ”s bien como consumidor inteligente quien estĆ” 100 por ciento a cargo de la decisiĆ³n de compra de los productos farmacĆ©uticosā.
Enfocarse en la calidad de vida de las personas (emociĆ³n) y no en el producto (activos)
āLas personas estĆ”n acudiendo en primera instancia a medios online y sĆ³lo cuando no logran resolver sus dolencias por esta vĆa es que acuden al especialista mĆ©dico. En este sentido, ya se pueden ver grandes cambios en las pĆ”ginas web de muchos laboratorios, cuyo home ya no es protagonizado por las cajas y logos de sus productos, sino por fotos de personas a las que ayudan a mejorar su calidad de vidaā.
Incentivar a la concientizaciĆ³n
āEl acceso a internet ha disminuido la percepciĆ³n sobre los mĆ©dicos como autoridad Ćŗnica en el campo y las empresas farmacĆ©uticas deben adaptarse a estas necesidades y realidades de su consumidor. No se trata de sustituir a los profesionales de la salud, sino mĆ”s bien de lograr entender mejor las necesidades de los pacientes para poder darles acceso a informaciĆ³n en distintos canales, sobre los tratamientos disponiblesā.