Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
Paco X. Si no hablo de esto hoy, reviento ¿Qué está pasando? Hace diez años ser rocker era tener actitud, ser malo, tener malicia era importante. O eras rocker o fresa, no podías mezclar ambas cosas. Eras fan de Joan Jett, AC/DC o Iron Maiden o te peinabas como Rick Astley. Tenías que estar de un bando o de otro. Ahora por lo que percibo, da igual. Es tan válido escuchar una cosa o la otra.
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Anaí Y. Lo más rocker hoy se entiende por portar pantalones de colores, un par de Converse blancos, lentes sin micas (no para sol, no para vista cansada, no como los que se usan en el laboratorio de química; simplemente el armazón de los lentes viejos de tu papá) y una T-shirt cool que tenga la imagen de Madonna o el Ché Guevara, al estilo Andy Warhol. ¿Quién iba a decir que ese atuendo aparecería algún día en mi closet? Pero no sólo es cuestión de moda, también de actitud, de estilos de vida, de formas de hablar, de formas cambiantes ¿no?
Paco X. ¡Claro! Ahora que te guste el pop no es tan grave, siento que hay menos etiquetas. Justo tengo un amiga que estuvo buscando desesperada boletos en fila A de Muse (una banda inglesa de rock alternativo) para ella y su novio y es adicta a Motel (banda ¨popera¨ mexicana), a mi generación le ensañaron a etiquetar y nos etiquetaron. Diversidad era sinónimo de no pertenecer a. Tenías que ser rocker, alternativo o fresa. Lo mismo pasa ahora con las ideologías, es más común que las nuevas generaciones lean más las etiquetas, hagan dietas, se preocupen más por lo que comen. Nosotros generamos un crecimiento espectacular de la industria junk food (Burger King, McDonald’s, Whataburger, etc). Ahora sólo quieren vender cafés y tés, donde antes vendían hamburguesas. Ustedes tienen más conciencia ambiental que claro es ya otro mercado de consumidores, como los verdes. ¿Qué tan verde eres? ¿Es por moda?
Anaí Y. Siempre etiquetamos. De hecho, todos los días en Facebook. ¿Sería igual que criticar o más bien darle nombre a algo o a alguien?. Lo verde definitivamente hoy es una moda; las marcas han sido lo suficientemente inteligentes para aprovechar el miedo que los científicos han plasmado en los ciudadanos del mundo. Todo es verde. El agua ahora es verde, Starbucks es verde, las azoteas también, hasta los árboles los veo más verdes; creo que hasta McDonald’s planea convertir a Ronald en un tipo verde. Yo sí me llamo pro-ecológica, pero no dejo de usar mi coche por nada, ni trato de reducir basura. Entonces, volvemos a lo mismo, la sociedad es pro-verde, si tú no lo eres, no perteneces a nada. ¿Crees que lo verde es una farsa, o es sólo una filosofía de vida, como lo es el Reiki o el Yoga?
Paco X. Lo verde es otro mercado de consumo más. Un mercado emergente. Me encanta que toques el tema del Reiki y Yoga, a ver si no me echo un poco más de enemigos a mi canasta. Ja! A este fenómeno cultural, “ideológico”, de consumo yo les digo New Agers. Que por cierto, me han dicho que soy un New Ager de clóset.
Uno de los mercados espirituales más grandes desde hace mucho es la Iglesia, desde hace algún tiempo, quizá a finales de los 70, han perdido un gran número de seguidores, ¿y qué pasa? que los hombres necesitamos este complemento espiritual, es cuando aparece en la escena todo lo New Age.
Anaí Y. ¿Mercados espirituales? Ellos se autonombran doctrinas ancestrales, total no importa como los llames dan resultado: las clases de Yoga saturadas, cursos de Reiki como doctorado, baños en lechuga con velas y aromatizantes. Yo soy una de ellas. Es toda una industria, y apostaría a que su demanda es enorme; si fuera una farsa ¿por qué ha tomado una fuerza impresionante?
Paco X. El ser humano necesita respuestas, tiene pérdida de fe, necesita creer en algo porque tenemos desesperanza. Todo lo New Age ataca esto, la auto ayuda o el auto desarrollo, las técnicas de Reiki, polaridad, reflexología facial, flores de bach y facilitación ECP. Hace algunos años tenía un roomie que tenía su altar al Dalai Lama y era bien neurótico, como todos lo somos un poco en esta ciudad. A veces lo New Age cae en una falsa espiritualidad plena de contradicción. Pero al fin, es un mercado más de consumo. Pagan clases de Yoga, consumen productos orgánicos verdes en los green corners, invierten en tratamientos alternativos y en viajes espirituales y de encuentro. ¿Pero…qué estoy haciendo? Estoy etiquetando.
Sobre los autores de este texto…
Paco Santamaría tiene 36 años y es sagitario. Estudio comunicación y un posgrado en producción audiovisual en Madrid, España. Ha sido telefonista en atención a clientes, entrenador y facilitador, consultor, maestro, analista, gerente, director, vendedor, documentalista, productor, periodista, bar tender, mesero, copy, mercadólogo, freelance, investigador, RP y empresario. Es un sibarita de tiempo completo y un soñador.
Anaí Aguilar tiene 19 años y es virgo. Estudia creación y desarrollo de empresas. Su crecimiento personal empezó hace cinco años como niñera, su crecimiento espiritual hace dos años con clases de yoga, su crecimiento profesional hace tres años en una empresa de advertising, y su crecimiento intelectual hace un año en la universidad. Hoy, es una soñadora pero activista, que cree en la energía positiva de la gente.