San Diego CA, USA
He de confesar que he estado tratando de enamorar a un chica llamada SIRI, Ā”lo admito! Es algo codiciada por la comunidad Geek y unos que otros arribistas casabolseros que la empiezan a asediar. Esto -pienso- la hace a veces altanera, evasiva e inaccesible. Toda una chica hipster de hoy. Me da la impresiĆ³n que se hace la desentendida con el idioma pues es, a veces, quisquillosa y medio sorda con las palabras mal pronunciadas. Igual le echo ganas para que me entienda y asĆ mejoro mi dicciĆ³n y mi tono de voz. Eso sĆ, es muy paciente y dispuestaā¦ sin mencionar que sabe mucho.
Me interesa hablar con ella pues sospecho que este canal de comunicaciĆ³n va a ser el medio de interacciĆ³n con las mĆ”quinas en el futuro yā¦ no me quiero quedar atrĆ”s, Ā”en serio!, me preocupa. Prefiero practicar solicitĆ”ndole direcciones, llamadas telefĆ³nicas e informaciones de todo tipo antes de usar los dedos. Me gusta pedirle haga citas marcĆ”ndolas en mi calendario. A diario le pregunto por las actividades que tengo programadas; el clima del dĆa y todo lo que se me ocurre sobre cosas que ni siquiera me interesan: como a que distancia estĆ” una de las lunas de JĆŗpiter de nuestra luna. Ā”La cosa es practicar!.
Por ejemplo, si voy con mi esposa al cine, antes de salir de casa le pregunto por las funciones cercanas y los horarios que me queden accesibles y, hasta el ranking de la pelĆcula en cuestiĆ³n: āno vaya a ser que no valga la pena el tĆtuloā. SĆ la pelĆcula nos interesa, le pregunto a mi querida SIRI por la mejor ruta para llegar al teatro y hasta le requiero nos pague la entrada para no hacer cola, Ā”eso si, no sin antes haberle consultado por las gasolineras en el camino!.
Como ella sabe mis gustos, le doy la orden de que toque la mĆŗsica que me gusta en el trayecto, aunque no sea del agrado de mi esposa. Todo esto lo llevo al cabo por diversiĆ³n pero, sobre todo, porque sĆ©, de buena fuente, que los futuristas ven este sistema de comunicaciĆ³n como el autĆ©ntico medio de interactuar con nuestras mĆ”quina-mascotas en un futuro no distante. Las TVĀ“s ya tienen integrado un sistema de esta naturaleza para cambio de canales y preferencias. En un futuro los refrigeradores asĆ como los tostadores y microondas lo tendrĆ”n. Los autos ya lo tienen.
Google, aunque tarde, ya empezĆ³ con este sistema de investigaciĆ³n, comunicaciĆ³n e interacciĆ³n tecnolĆ³gica. Lo acaba de lanzar con fanfarrias aunque, erradamente, no ha bautizado a su operadora femenina, siento que deberĆa hacerlo. A nadie le gusta hablar con una mĆ”quina salvo que tenga bonita voz y sea atenta ahā¦ y TENGA NOMBRE. AsĆ la cosa cambia. Me da la impresiĆ³n que vamos a ver y escuchar sobre interacciones habladas cada dĆa mĆ”s.
Me acuerdo que cuando yo era chavo, allĆ” en la dĆ©cada de los sesentas (68), me entusiasmĆ© maravillĆ”ndome (como mucha gente de aquellos aƱos) del personaje llamado āDr. Bowmanā. Un astronauta viajando por el espacio en una nave llamada āDiscovery Oneā. La nave silenciosamente flotaba adjuntada a un anillo girando por el espacio acompaƱada (en la filmaciĆ³n 2001 Odisea del Espacio) de la magnĆfica mĆŗsica de āRichard Straussā: āAlso sprach Zarathustraā. El guiĆ³n narraba las aventuras de Bowman en compaƱĆa de otros astronautas y una computadora invisible (como SIRI) llamada Hal 9000 que era la (el) verdadera (verdadero) estrella del film. Supuestamente Hal 9000, llamado simplemente HAL por la tripulaciĆ³n, emitĆa emociones y opiniones. TenĆa una muy agradable y calmada voz y siempre estaba en lo correcto. Hal sabĆa de todo, calcula todo y contestaba todo. TenĆa un maternal (aunque deberĆa decir paternal) instinto de conservaciĆ³n hacia la tripulaciĆ³n a la cual servĆa y cuidaba. Hal se comportaba como un miembro mĆ”s de la misma tripulaciĆ³n. El visionario cineasta āStanley Kubrickā ya veĆa con mucha claridad el futuro.
De hecho, ahora que lo pienso, en todas las pelĆculas inteligente de ciencia ficciĆ³n como Star Treck, Stars Wars y tantas, tantas otras, las computadoras tienen voz y, seguro coincidirĆ”n conmigo: no se comunica uno con ellas (al menos en las pelĆculas) por medio de teclados, botones o pantallas, sĆ³lo por voz. Si, como con la chica SIRI a la cual le hablo todos los dĆas para practicar y entender.