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Los medios del mundo y una amplia gama de calificativos para cronicar lo que pasa en Bolivia
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Desde “pueblada”, hasta “golpe de Estado” son las formas de describir lo que sucede a estas horas en el país sudamericano
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Las Fuerzas Armadas le pidieron la renuncia por TV a Evo Morales
El domingo fue un día que quedará en la historia de Bolivia, uno de los países más pobres de Sudamérica y también uno de los que más avanzó en el siglo 21.
El presidente Evo Morales, que gobierna el país desde 2006, renunció luego de que las Fuerzas Armadas emitieran un comunicado que fue difundido por TV y las redes sociales instándolo a dejar su cargo.
Morales dijo en Twitter que se trató de un golpe de Estado y que estaban persiguiendo a familiares y ministros, tras lo cual dejó la casa de gobierno en La Paz.
Al mismo tiempo, el país entró en un espiral de violencia con manifestaciones en las calles: unas, apoyando la salida de Morales, otras, denunciando un golpe de Estado y reclamando por su restitución.
La crisis comenzó en el escrutinio de las elecciones del pasado 20 de octubre en las que Morales debía obtener 10 puntos porcentuales de diferencia para evitar una segunda vuelta.
La diferencia, según el gobierno, se alcanzó por una mínima diferencia, pero hubo denuncias de fraude por parte de la oposición y la OEA dijo que “recomendaba” que hubiera un balotaje.
Morales no quería una segunda vuelta porque todo indicaba que la oposición se iba a unir para derrotarlo.
En la mañana del domingo, Morales convocó a un nuevo acto eleccionario, pero horas más tarde, y luego de las declaraciones de las Fuerzas Armadas, todo se precipitó.
“Tras de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, dijo el jefe del Ejército.
“Es mi obligación como presidente indígena y de todos los bolivianos asegurar la paz social”, comenzó su mensaje de dimisión Morales. “Renuncio para que [Carlos] Mesa y [Luis Fernando] Camacho no sigan maltratando a los familiares de nuestros compañeros, no sigan atacando a los ministros y diputados, para que dejen de maltratar a los más humildes”, agregó.
“La lucha no termina aquí. Los humildes, los patriotas, vamos a continuar luchando por la igualdad y la paz. Espero que hayan entendido mi mensaje; Mesa y Camacho, no perjudiquen a los pobres, no le hagan daño al pueblo. Queremos que vuelva la paz social. Grupos oligárquicos conspiraron contra la democracia. Fue un golpe de Estado cívico y policial. Duele mucho lo que ha pasado”, expresó en un video.
Hasta el mediodía de este lunes, no se conoce el paradero de Morales ni de sus más allegados. Sólo tiene contacto vía Twitter.
Los medios y Bolivia
En los medios siguen lo que pasa en Bolivia de manera muy diversa. Algunos medios califican la situación como un “golpe de Estado”, otros evitan esa descripción y hablan de “crisis en Bolivia”.
Los más críticos del gobierno de Morales describen los hechos como una “pueblada”.
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