Recomendaciones a la hora de actualizar tu currículum o como prepararte para las entrevistas de trabajo hay muchas y muy útiles cuando se trata de pasar de la etapa de la preselección a la deseada entrevista final. Esa que sólo supera el 20 por ciento de los candidatos, como revelan los datos de un estudio realizado por Randstad en 17 países europeos. ¿La razón?
El proceso de selección de nuevos empleados es cada vez más complejo y exhaustivo, por lo que las a la hora de asistir a una entrevista la preparación debe ser cada vez mejor. Este encuentro con los reclutadores, suele tener estructuras y preguntas típicas, especialmente las más difíciles de responder que llegan justo después de que el candidato comienza a sentirse cómodo.
Una de ellas suele indagar sobre los ‘defectos’ que se tienen y como es lógico, nadie desea ponerse en evidencia por lo que la mayoría termina respondiendo con frases prehechas que no dicen nada o buscan mostrar un aspecto ‘positivo’ dentro del esos aspectos ‘negativos’ como suelen ser: “Soy demasiado perfeccionista”, “trabajo demasiado” y el poco creíble “no tengo puntos débiles”.
Si bien es cierto que no existe una respuesta correcta, lo ideal es tratar de vislumbrar que desean saber realmente y contestar con ingenio y si se quiere originalidad, para exponer esas debilidades que todos tenemos, pero con el agregado de explicar cómo se ha logrado superar con esfuerzo y ha pasado a ser parte de nuestras fortalezas.
No es fácil hacerlo a la primera, así que para ayudar en la tarea, estos son los siete ‘defectos’ que –expuestos como plantea IMF Business School– si pueden darse a conocer durante una entrevista de trabajo.
“Solía ser un poco desorganizado, pero ahora a través de una herramienta, mi capacidad de planificación realmente ha mejorado”. Tenemos que explicar qué técnica hemos utilizado y cómo nos ha ayudado a planificar el trabajo.
“Estaba acostumbrado a trabajar en un único proyecto cada vez, pero he aprendido a atender múltiples tareas”. Conviene admitir que nuestra capacidad para trabajar en diferentes proyectos a la vez era limitada al principio, pero que esto ha cambiado con esfuerzo y trabajo.
“Antes invertía demasiado tiempo en la toma de decisiones, ahora he ganado confianza y no dudo de mis capacidades”. Debemos explicar cómo somos más eficientes gracias a la confianza adquirida con la experiencia. De esta forma, somos más rápidos y eficientes.
“Los nuevos proyectos siempre me han entusiasmado y sin darme cuenta me sobrecargaba. Ahora he aprendido a reconocer mis límites”. Llegado el momento de responder, es importante ser conscientes de nuestras limitaciones; nos ayudará a huir de proyectos que no podemos asumir.
“Aunque siempre entregaba mis informes en la fecha límite, he comenzado a adelantar mi trabajo para evitar prisas de última hora”. Entregar el trabajo en fecha no es un problema, pero tenerlo a punto antes demuestra nuestra capacidad de planificación, además de evitarnos imprevistos de última hora que nos impidan cumplir los plazos.
“Me costaba hablar en público. Pero me he apuntado a un curso que me prepara específicamente para este tipo de situaciones”. Demostremos que somos conscientes de que ante los problemas hay que buscar ayuda y soluciones.
“Antes me costaba delegar en otros algunas tareas. Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que trabajar en equipo enriquece el resultado”. Saber pedir ayuda y dividir las tareas es una cualidad fundamental en un buen líder.