La historia demuestra que los cambios tecnológicos tienen efectos importantes en la construcción del empleo. En la revolución industrial se redujeron empleos en toda la economía, aumentó la desigualdad y disminuyó la participación de los ingresos laborales. La llegada de la inteligencia artificial a todos los niveles de la economía plantea los mismos efectos, pero con una diferencia clave. Si no se controla, los propietarios de las nuevas máquinas obtendrán enormes ganancias de sus innovaciones. Habrá una disminución de empleos en algunos sectores, pero también se crearán empleos en otros.
La gran diferencia esta vez es que los empleos de clase media y cuello blanco serán los más afectados, mientras que muchos de los empleos creados pueden ser de baja remuneración y sin oportunidades de crecimiento. Para poner este tema en perspectiva, el empleo de gran parte de la clase media sufrirá un efecto Uber. Es decir, será posible ganar suficiente dinero para subsistir y probablemente crecer un poco el patrimonio familiar; sin embargo, la mayoría de los empleos serán de subsistencia.
El principio de injusticia creativa dicta que las personas que sean las mejores en su trabajo ganarán radicalmente más que el segundo lugar en su profesión. Este fenómeno es claramente visible en los deportes. La estrella del equipo puede ganar decenas de veces más que sus compañeros. En la economía de trabajo de clase media sucede algo similar. El cambio más radical de esta tecnología es que destruirá la injusticia creativa. El uso de inteligencia artificial acerca mucho el trabajo de un community manager excepcional a uno mediocre. El uso de big data para detectar tendencias hace el problema mayor, ya que los dos pueden perseguir el mismo tema y la intuición pierde peso. Se podría argumentar que un community manager capaz de crear contenido único se convertiría en una súper estrella; sin embargo, a la velocidad que crece el fenómeno de IA es difícil pensar que los humanos puedan competir a ese nivel.
Un ejemplo es Axel Springer que anunció el recorte del 20 por ciento de su plantilla laboral en el periódico Bild, el más grande de Alemania. La empresa detalló que los recortes tienen el objetivo de preparar la empresa para un futuro digital. La buena noticia es que la inteligencia artificial ayudará a medios pequeños a competir con los más grandes. Bild en 2023 llegó a 1,000 empleados, imposible para un periódico nuevo competir, pero con inteligencia artificial el piso es más parejo. Será un momento muy interesante para las empresas pequeñas que podrán maximizar sus fuerzas y llegar a más clientes, probar más ideas y aprender de los errores con una rapidez inédita.
Inteligencia artificial y sus efectos empresariales
La inteligencia artificial traerá nuevos competidores y oportunidades a la economía, como sucedió con la revolución industrial, pero reducirá el tamaño de las empresas. Un dato que ilustra el rol de la tecnología es que el número de empleados promedio por firma en la Unión Americana, según los datos del US Business Economic Demographic Database y el Bureau of Labor Statistics, era de 20.27 en 2019 y se movió a 21.13 en 2022. Es decir, menos de un empleado promedio en 4 años. Las proyecciones del US Business Economic Demographic Database indican que las firmas que más crecerán están en el rango de 20 a 99 empleados. Aunque hay un crecimiento en otros rangos también, este rango muestra un aumento constante en los años futuros proyectados por la fuente consultada, lo que indica un crecimiento sostenido en comparación con otros tamaños de empresa. Adicionalmente, un estudio de Spencer Yongwook Kwon, estudiante de doctorado de Harvard, Yueran Ma de Chicago Booth y Kaspar Zimmermann del Instituto Leibniz de Investigación Financiera indica que la concentración de riqueza se da en sectores llevados por economías de escala basados en la tecnología. No podría pensar en una mejor definición para las empresas de inteligencia artificial. Los datos anteriormente expuestos parecen indicar que tendremos empresas más pequeñas creando empleo pero compitiendo con gigantes tecnológicos que les proveen las herramientas para competir, irónicamente.
En este sentido, veremos una presión importante hacia la deflación en servicios. Los empleos de clase media basados en el trabajo de escritorio podrán realizarse en menos tiempo, se podrá atender a más clientes en menos tiempo. Ese es el efecto de la inteligencia artificial. Una persona encargada de evaluar créditos en el banco tendrá menos valor en los próximos años. Un ejemplo se puede dar en los medios, ¿qué detiene a Open AI, dueño de ChatGPT, de crear medios? Si los editores de Bild utilizan ChatGPT para investigar y generar contenido, la empresa dueña de esa tecnología puede publicar en tiempo real el resultado de las investigaciones de los editores. Si este futuro les parece radical, vean Google News, un ejemplo claro de cómo estos sectores llevados por economías de escala basados en la tecnología pueden aprovechar el trabajo de la mayoría de las firmas en su propio beneficio. Tal vez eso explica la reciente demanda de Gannett, la cadena de periódicos más grande de Estados Unidos, contra Google, acusando a la empresa de redes sociales de violar la ley federal antimonopolio al intentar monopolizar el mercado de la publicidad en línea.
En los medios se puede entender perfectamente el fenómeno, pero es necesario aceptar que esto sucede en todas las industrias. En el sector financiero, desde la evaluación de créditos hasta las decisiones de inversión, se harán a través de inteligencia artificial. Lo mismo es cierto en los gobiernos, que fácilmente podrán reemplazar la mayoría de las funciones de la burocracia. No obstante, en ese caso se tendrán que mantener las plazas, aun cuando sean poco eficientes, y se creará una forma de asistencia social a través del empleo gubernamental.
Es crucial prestar atención a la industria del marketing, normalmente es la primera en enfrentarse a cambios tecnológicos. Ha sabido librar los distintos retos que se le han presentado en los últimos 100 años, desde el cambio de medios hasta la transformación digital.