A pesar de que en varios estados de la república mexicana seguimos con precaución las indicaciones para cuidarnos del Covid- 19, la gente, de alguna manera, trata de poco a poco ir retomando la vida cotidiana para reiniciar la economía. No hay duda que una manera de activarla lo más rápido posible será la llegada de la vacuna, la cual promete ser la tranquilidad de todos para volver a nuestra normalidad.

Pero aquí no vamos a platicar sobre el tipo de vacuna ó la compañía farmacéutica que la introducirá a México para distribuirla por todo el país, sino de cuáles serán las estrategias de marketing y publicidad para fomentar el interés en vacunarse.

A pesar de que México tiene una amplia historia en la vacunación (interesados pueden consultar la página de gob.mx en la sección de historia y avances de la vacunación en México) gran parte de su estrategia previamente no fue preguntar si se la querían aplicar, fue una obligación.

Recuerdo que iba en la secundaria de Cancún, cuando era una ciudad muy pequeña, y llegaron a salónvacunarnos contra el tétanos. Mi mamá, conocedora de mi miedo a las agujas, me dijo que si no aceptaba ponérmela no podría ir a un campamento al que asistiría con mis amigas.

Yo fui decidida a ponérmela, al llegar, escuché decir a la gente del hospital que la vacuna se aplicaría en orden alfabético. Me quedé en shock porque sería la primera y no me pude levantar de la silla. Mis compañeros, que durante toda la semana defendían que no se la pondrían, al ver mi cara de pánico se ofrecieron a ponérsela para que yo me la pusiera. Al final no me la puse y tremendo castigo que tuve en casa, pero no hubo nada, ni nadie que me motivara a que no tuviera el miedo a la aguja.

Por otro lado, en el salón de junto, yo veía por la ventana como salían uno a uno los alumnos y varias niñas llorando agarrándose el brazo, pero todos ahí se vacunaron. ¿Pero qué paso en el salón de junto? Resulta que teníamos un maestro muy exigente que siempre nos decía: “O todos coludos o todos rabones”, a lo que un alumno le gritó antes del inicio de la aplicación de la vacuna.

La sorpresa es que el profesor se levantó la manga, puso en la puerta del salón a los que aplicaban la vacuna, y se la puso. Seguido fue pasando alumno por alumno a ponérsela y los sacaba del salón para que todos pasaran. Al final me llevaron a fuerzas a un hospital para que me pusieran la vacuna, no me salve, pero me pregunto: ¿Sería que si alguien que yo admire me pusiera el ejemplo yo con gusto lo haría?

Tan pronto estuvo lista la vacuna de la polio en 1955, Estados Unidos necesitaba una imagen para alentar a los jóvenes, en ese momento Elvis Presley se ofreció como voluntario y asistió al programa de televisión en vivo de “Ed Sullivan Show”. El programa más famoso de variedad en ese momento lo vacunó en vivo y así alentaron a que los jóvenes se pusieran la vacuna. Hoy, 65 años después, los ex presidentes de Estados Unidos Obama, Bush y Clinton se ofrecieron como voluntarios para ponerse la vacuna de Covid-19 en un programa en vivo al aire para mostrar la seguridad y eficacia de las vacunas.

Si hace 65 años eligieron a una celebridad, una persona que con errores o sin ellos la gente amaba y admiraba por su música, yo me pregunto: ¿por qué ahora decidirse por unos políticos? Lo único que pensé es: ¿Cómo serán las campañas de vacunación en México? Contamos con varios políticos de alto nivel que no toman con seriedad los protocolos para cuidarnos y no están siendo nuestro ejemplo a seguir.

Si se decidieran por una celebridad, ¿a cuál escogerían? En cuestión de entretenimiento el país está muy dividido, hay quienes aman y quienes detestan a Eugenio Derbez; quienes les ofende ahora la música de Molotov y quienes la defienden; quienes no están al día con las novelas del Canal de las Estrellas o los shows de Netflix… ¿Será eso suficiente para alentar y fomentar el regreso a nuestra normalidad? No lo sabremos, pero estaremos atentos y esperemos que todos, muy pronto, volvamos a vivir como soñamos. Síganme en mis redes @ginaalfeiran.