Palabras como paz, dignidad e igualdad en un planeta sano, parecen muy alejadas de los objetivos centrales de una organización creada en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial por cincuenta y un países que se comprometieron precisamente a mantener la paz y la seguridad mundial, así como a fomentar relaciones de amistad y progreso.
Lamentablemente, luego de setenta y ocho años, lo que vemos es guerra, hambre, afectación climática, pugnas comerciales y fuertes polarizaciones.
¿Qué nos ha pasado como sociedad global que nos aleja de los nobles ideales que organismos como la ONU establecieron como eje de una sana convivencia?
Son 193 estados miembros los que forman esta coalición global, mismos que ocupan un asiento en donde un embajador, que se supone es un hábil cabildero y negociador, procura exponer las necesidades de su nación buscando una solución pero también, pone en común, las preocupaciones de los otros para llegar a sólidos acuerdos que nos permitan creer que estamos en ruta hacia un mundo mejor.
Lo cierto es que ahora el panorama no es el mejor, pues la guerra que sostiene Rusia con Ucrania enturbia el ambiente e impacta en casi todas las cadenas comerciales y en cada una de las mesas de los analistas, pues no logran encontrar el justo medio para terminar con más de 570 días de conflicto que estrangulan los procesos protocolares y la estabilidad del orbe.
El primer día de trabajos se convirtió en una plataforma de lanzamiento para la campaña de publicidad e imagen por Ucrania en donde Joe Biden fue el más puntual al comentar que “Rusia cree que el mundo se cansará y le permitirá brutalizar a Ucrania sin consecuencias por lo que los invito a no abandonar los principios básicos de la Carta de la ONU para apaciguar al agresor”.
Cerró su discurso solicitando más apoyo militar para el valiente pueblo ucraniano.
La presencia de Volodimir Zelensky en este importante foro polarizó las posturas pues en tanto el presidente ucraniano llamó genocida a Moscú dada su acción por utilizar la energía como moneda de presión y provocar el desabasto de materias primas, Vasili Nebenzia, el embajador Ruso ante la ONU, desestimó el revelador discurso, mismo que tenía una última solicitud por una Cumbre por la Paz.
Esta semana grande de negociaciones contó con la participación de Lula Da Silva de Brasil que se autonombró el defensor de los gobiernos de izquierda al llamar a los líderes de la ultraderecha aventureros e inconscientes, pues estos no saben qué harán 735 millones de habitantes de la tierra para comer mañana.
Lo cierto es que con posturas y discursos los grandes problemas del mundo no se solucionarán. Lo importante aquí es dejar las ideologías y las banderas doctrinarias que impiden a los líderes ponerse a trabajar en serio.
Sin duda lo destacable es la frase utilizada por António Guterres, el Secretario General de la ONU quien afirmó:
“El mundo ha cambiado pero nuestras instituciones NO, ha llegado la hora de renovar las instituciones multilaterales basándose en las realidades económicas y políticas del siglo XXI”.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.
