El sándwich es uno de los alimentos de preparación rápida más popular en la población mundial y México no se queda atrás en su consumo.
Cerca del 18 por ciento de los mexicanos prepararon y disfrutaron un sándwich en los últimos seis meses, de acuerdo con la consultora Kantar Worldpanel.
El consumo de los emparedados por género es equitativo, ya que el 52 por ciento de los consumidores de este producto son mujeres, mientras que el 48 por ciento son hombres.
En otro dato, nueve de cada 10 sándwiches fueron preparados con jamón y queso, seguido de pollo, atún y huevo, mientras que el horario en el que hubo una mayor incidencia de preparación fue en el desayuno y la cena.
Este alimento es un práctico aperitivo que consiste de un par de panes de caja, rellenos de diversos ingredientes como carnes frías, queso u otros platillos, acompañados de aderezos, pero particularmente en México se complementan con chiles en vinagre o chipotles.
De acuerdo con el estudio, por su practicidad, este platillo suele relacionarse con el consumo fuera de casa, principalmente como el lunch de niños y adultos.
Mariana Cruz, OOH & Usage Food Manager de Kantar Worldpanel México, destacó que “contrario a lo que podríamos pensar no son los niños los que más veces comen sándwiches si no los adultos mayores de 41 años”.
La curiosidad de esta historia no para ahí, ya que según se dice, en su testamento estipuló que su creación llevara el nombre de sandwich. La primera referencia de la que se tiene testimonio sobre este vocablo se dio en 1762, de acuerdo a escritos del historiador británico Edward Gibbon, quien dio fe de cómo dos nobles discutían de política en una cafetería al tiempo que degustaban este novedoso alimentos hecho con tan simples ingredientes.
El sándwich rápidamente encontró cabida en el gusto de los europeos; mientras que en Francia e Italia se consumía con el tradicional pan hecho en casa, los ingleses adoptaron un pan de miga que hacían con un molde, así nació lo que hoy conocemos como pan blanco o de caja.
De esta manera este bocadillo adoptó rápidamente los ingredientes y costumbres locales de cada país al que llegó. Asimismo, adoptó nuevos vocablos, aunque la esencia ha sido la misma.
En México, otra de las presentaciones populares es la versión conocida como torta, la cual se hace con bolillo, telera o birote. Los ingredientes de cada región la han dado múltiples personalidades, desde “la Guajolota” de tamal de la Ciudad de México, hasta “las Guacamayas” de León, Guanajuato, con chicharrón y pico de gallo.