Para algunos, lo importante son sus familias, amigos, parejas, mascotas, o las metas y anhelos que persiguen. En la mayorĆa de los casos, lo esencial estĆ” vinculado a los objetivos personales. Sin embargo, no podemos ser indiferentes a lo que afecta a los demĆ”s y a lo que les resulta importante, especialmente cuando eso significa lo mĆnimo necesario para vivir con dignidad.
Si analizamos lo que ocurre en MĆ©xico, notaremos que el paĆs atraviesa crisis significativas. Un ejemplo claro es el estado de Guerrero, que ha sido gravemente afectado por fenĆ³menos naturales. El huracĆ”n John tocĆ³ tierra por primera vez el 23 de septiembre, devastando Acapulco, Coyuca, y otras Ć”reas de la regiĆ³n que aĆŗn no se habĆan recuperado del paso del huracĆ”n Otis, un evento que golpeĆ³ la zona hace apenas 11 meses.
En algunos municipios, las inundaciones superaron los tres metros de altura, dejando a miles de personas sin electricidad ni acceso a necesidades bĆ”sicas durante varios dĆas. Para darse una idea de la gravedad, antes de la catĆ”strofe, la mayorĆa de los hogares sobrevivĆa con un ingreso mensual de 13,000 pesos, y el 30% mĆ”s vulnerable con menos de 6,000 pesos al mes.
El huracĆ”n John tambiĆ©n dejĆ³ profundas secuelas en las niƱas, niƱos y adolescentes, afectando su presente y futuro de manera devastadora. Muchas escuelas sufrieron daƱos estructurales severos y necesitan con urgencia limpieza y reconstrucciĆ³n. AdemĆ”s, la falta de agua potable y productos de higiene ha propiciado la apariciĆ³n de enfermedades dĆ©rmicas y respiratorias.
La proximidad entre estos desastres naturales ha generado altos niveles de ansiedad en los mĆ”s jĆ³venes, quienes ahora viven con miedo e incertidumbre sobre lo que sucederĆ” con ellos y sus familias. El apoyo psicoemocional en estas comunidades es urgente y fundamental.
En Save the Children, estimamos que debido a las condiciones previas de vulnerabilidad, mĆ”s de medio millĆ³n de personas podrĆan haber sido afectadas por el huracĆ”n John, de las cuales alrededor de 200,000 son niƱas, niƱos y adolescentes.
Con este panorama, es inevitable reconocer la urgencia de seguir impulsando la ayuda a estas comunidades. La rapidez y eficacia de nuestra respuesta serĆ”n determinantes para que estas familias puedan reconstruir sus vidas y encontrar resiliencia frente a la devastaciĆ³n que han sufrido.
Como bien dijo Marco Aurelio: cuidar de todos los seres humanos es parte de lo que significa ser humano. Te invito, lector, a ser parte de su red de apoyo. Si deseas conocer mĆ”s sobre quĆ© estamos haciendo en Save the Children para apoyar a Guerrero en esta emergencia humanitaria, visita: Save the Children Emergencias Humanitarias.Ā