• En 2018, según App Annie (citada por eMarketer), TikTok era la tercera app más descargada en Google Play en el mundo

• De acuerdo con Medium, la ONU publicó entre 10 y 15 tweets cada día durante 2016 en todas sus cuentas oficiales

• 80 por ciento de los jovenes entre 15 y 24 años en zonas rurales viven en economías en desarrollo

TikTok ha tomado al mundo por sorpresa. Desde su llegada en 2016, ha crecido como espuma a escala global. De hecho, de acuerdo con MediaKix, hay más usuarios en esta plataforma que habitantes en América del Norte. Y con masivas bases de fanáticos en India, Estados Unidos, Turquía, Rusia, México, Brasil y otros países, es un gran canal para llegar a la población joven. Algo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está dispuesta a explotar.

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD) de la ONU acaba de lanzar una masiva campaña social en TikTok. De acuerdo con The Drum, la agencia pidió a todos los jóvenes usuarios de la plataforma unirse al reto #DanceForChange. Se trata de un baile-petición virtual para los líderes mundiales. ¿La solicitud? Que los líderes globales empoderen a mil 200 personas de 15 a 24 años en zonas rurales para poder resolver la crisis mundial de alimentos.

La iniciativa está siendo impulsada por la coreógrafa Sherrie Silver y el compositor Mr Eazi. Ambos crearon un baile y una canción especiales para el reto en TikTok. En un video de convocatoria, los artistas animan a los jóvenes a usar sus creaciones para grabar clips en la plataforma con el hashtag de la ONU. De acuerdo con The Drum, más de cinco mil jóvenes en todo el mundo se han unido al movimiento de la Organización a través de la red social.

Una nueva forma para involucrar a las generaciones jóvenes

No es la primera vez que las redes sociales son empleadas para defender una causa social. La misma ONU publicó hace unos días una campaña digital para promover su app de donación móvil durante el Ramadán. Movimientos como el #MeToo también tuvieron un gran impacto en estas plataformas, lo que a su vez ayudó a dar difusión del problema. Y específicamente en México, el hashtag #NiUnaMás también generó mucha tracción en el país.

Pero lo que más destaca de esta campaña es que la ONU parece haber encontrado una gran forma de relacionarse con la población joven. Más importante aún, se trata de iniciativas pensadas para que alcancen a una audiencia de forma orgánica. Este sentido de autenticidad potencia el acierto de haber escogido un canal popular entre este segmento de la audiencia. Además el reto tendría un mayor impacto porque resuena con la dinámica de la plataforma.

A la vez, la estrategia de la ONU podría demeritar ligeramente sus esfuerzos. El mensaje que se trata de transmitir es serio e importante, y la causa que defiende aborda una problemática muy real. Sin embargo, el vehículo en el que se transporta este discurso no tiene la misma seriedad. Aunque tiene el potencial de resonar con los jóvenes, es incierto si tendrá algún efecto contundente en los líderes globales a quienes supuestamente quiere convencer.