Desde unos dos años a la fecha miles de hombres y mujeres comenzaron a subir a las redes sociales, y especialmente a plataformas como Tinder, fotografías en las que aparecen con un tigre y otro felino en peligro de extinción. Ahora se dio un duro golpe a los amantes de las “tiger selfies” porque rescataron a más de 100 animales que eran explotados para salir en las fotos.
En 2014 surgió el término tiger selfies, que se trata de fotos en las que las personas aparecen acompañada de un tigre u otro de los grandes felinos. Esta tendencia cobró popularidad en apps como Tinder, donde la gente busca pareja o relaciones casuales. De hecho existe un sitio llamado Tinder Guys With Tigers, que recopila ese tipo de imágenes.
El tema alarmó a las autoridades y el Estado de Nueva York prohibió que los zoológicos o establecimientos con tigres permitieran que los humanos se tomaran fotos con los tigres, esto porque provocaba que se lastimara o encadenara a los animales.
Ahora, un templo budista en Kanchanaburi, Tailandia, destino favorito de los turistas que ofrecía la oportunidad a los extranjeros de tomarse fotos con tigres, fue cateado por las autoridades.
De acuerdo con un reporte de The Atlantic, las autoridades rescataron a más de cien felinos que estaban cautivos en el “Templo del Tigre” y en los próximos días irá por los 131 restantes. Todo esto fue resultado de la colaboración entre la Policía y la Fundación Wildlife Friends Tailandia.
De acuerdo con el New York Times, el templo de los tigres gana más de 3 millones de dólares en venta de boletos a viajeros que quieren una selfie con los tigres. Activistas señalaron que los monjes del lugar reproducen ilegalmente y trafican con los animales.