La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) multó a la firma automotriz Daimler de México con 145.5 millones de pesos por importar y comercializar 22 mil 826 vehículos nuevos de las marcas Mercedes Benz y Smart, modelos 2015 y 2016, que no contaban previamente con el certificado NOM de cumplimiento ambiental.
La dependencia señaló que el pasado 1 y 2 de agosto del año pasado, llevó a cabo una visita de inspección a la empresa con el objetivo de verificar el cumplimiento de las obligaciones ambientales establecidas en las regulaciones que establecen los límites máximos permisibles de emisiones provenientes del escape de los automóviles nuevos y ruido en planta respectivamente.
Hace unos días la Procuraduría sancionó a otra firma automotriz, Volvo, por un monto superior al millón y medio de pesos por no contar con certificados de cumplimiento ambiental, en lo que respecta a 2016, la francesa Renault y la japonesa Toyota fueron multadas por la dependencia con 17 y 2.5 millones de pesos respectivamente, por el mismo desacato.
El hecho de que las compañías automotrices incurran en desacatos a normas de contaminantes afecta más allá de la imagen de las marcas, propician que los consumidores prefieran optar por otro tipo de segmentos en el mercado, como son los vehículos eléctricos.
A finales de la semana pasada se lanzó el primer automóvil eléctrico mexicano, datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) revelan que durante marzo de 2017, la venta de este tipo de modelos registró un crecimiento superior al 80 por ciento en relación con el mismo mes del año anterior.
La Asociación refirió que en el primer trimestre del año se comercializaron 2 mil 466 vehículos de esta gama (híbridos, eléctricos) cifra que significa un incremento cercano al 180 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2016.
La apertura de este mercado genera que el consumidor se informe de mejor forma antes de adquirir un vehículo, en el que uno de los puntos más importantes es la fiabilidad por encima de la comodidad, por lo que, para Daimler, ser sancionado propicia desconfianza en los clientes.
