• Tal vez no debas construir un montón de párrafos innecesarios, sé concreto.

• Así como cuidas el fondo para que se entienda, también debes cuidar la forma.

• Siempre verifica el destino antes de presionar enviar, más si va para varias personas.

Si perteneces a generaciones más recientes, tal vez no uses tanto el correo electrónico, más que para temas de trabajo. En conversaciones informales, esta herramienta ya fue desplazada por WhatsApp y otras redes sociales. El e-mail es casi siempre para cosas mucho más serias. Como tal, es necesario que cuides las formas. De hecho, en el mundo actual, donde casi siempre se requieren mensajes y retroalimentación inmediata, quizá ya estamos más acostumbrados a los mensajes breves. Tal vez ya olvidaste ciertas formalidades o cuidados al momento de escribir un poco más. Siendo el principal lugar donde lo usamos, existen algunos consejos para redactar correos en el trabajo, que garantizan una comunicación efectiva y evitan posibles conflictos.

Hoy en día, el correo electrónico, adicionado con otros servicios, funciona mejor para adjuntar archivos grandes, para enviar textos extensos y para mandar tu currículum a alguna vacante. Al momento de enfrentarte al correo en blanco, de hecho, sentirás cómo no puedes ni debes sonar tan  casual. No sueles mandar tantos correos al día, como, por ejemplo, mensajes de WhatsApp. Este medio requiere de otras formas, las cuales se vuelven todavía más pertinentes si estamos comunicándonos con nuestro jefe u otros compañeros de la oficina. Esto es lo que debes tomar en cuenta.

Lectura fácil

Aunque ese trata de una redacción no tan inmediata ni directa como la que tienes por WhatsApp, esto no es pretexto para descuidarla ni complicarla de más. En cualquier tipo de redacción la claridad es clave. Debes buscar ser sencillo, explicar sin rebuscar y releer varias veces para garantizar que está bien escrito lo que buscabas comunicar.

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Cuida la ortografía

Así como cuidas el fondo para que se entienda, también debes cuidar la forma. Algunos dicen que lo segundo define lo primero. Y esto es cierto en el aspecto ortográfico, pues muchos errores de comas o acentos, pueden cambiar por completo el sentido de una oración. El consejo es el mismo que el anterior: siempre relee.

Ve al punto

Tal vez consideres que el espacio que te proporciona el correo electrónico se presta para hacer una larga carta, pero no siempre es necesario. ¿Qué quieres decir exactamente? Tal vez no debas construir un montón de párrafos innecesarios, sé concreto. En un correo demasiado largo, es es común que nuestro mensaje pase desapercibido.

Verifica el destino

El correo electrónico casi siempre requiere que redactes un poco más los datos del destinatario, a diferencia de WhatsApp, donde ves la foto y con eso basta. Pero aunque existen funciones de autocompletar, donde sólo debes colocar el nombre, cualquier error puede cambiar el destino de tu mensaje fácilmente. Siempre verifícalo antes de presionar enviar, más si va para varias personas.

Saludos y despedidas

La clave de la formalidad está en saludar y decir adiós. Un buen consejo al momento de abrir con un saludo es la atemporalidad, no digas “buenas tarde” o “buenos días”, dado que el correo se puede leer en una hora diferente a la que lo enviaste. La despedida no tiene que ser demasiado compleja, usa la famosa “saludos cordiales” o sólo “atentamente” seguido de tu nombre.