Por Camila González
Twitter: @camilaglz
Esta vez los cuentos son el centro de atención de estas letras. Tomé tres propuestas publicitarias protagonizadas por ellos: en una el producto hace cuentos, en otra el producto anunciado es literalmente un cuento y en la tercera la marca es de cuento.
Con un propósito demostrativo del producto, la escena revela las bondades de los Plumoncitos PaperMate (1986), en medio de un contexto ideal: la creatividad. La imaginación de dos niños es un acierto como vehículo para este mensaje y le imprime ternura, nunca puede faltar el ingrediente sensible: directo a la piel. Mejor imposible.
Anunciante: PaperMater,
Categoría: lápices
, Año: 1986
Para promocionar libros de cuentos, fábulas y leyendas, la tienda Gigante, hace 30 años, decidió sacar a los personajes de las páginas. Cierto, se evidencia la estética de aquella época y está claro que es un mensaje lineal, directo y necesario, sin más, sin más.
Anunciante: Gigante,
Categoría: tiendas de autoservicio,
Año: 1983
Contar un cuento, pienso, es exactamente lo mismo que hacer una caricia, y no sólo a los niños. Contar y entretener con las palabras habladas es un arte, es otra forma de consentir al otro y ese es el planteamiento de cual se apodera esta vez Vick Vaporub, un producto tradicional que, al final de cuentas y cuentos, no es otra cosa que puros mimos para la piel y la salud.
Anunciante: Vick Vaporub,
Categoría: ungüentos descongestionantes,
Año: 1990.