• Cerca de 1.6 millones de negocios y empresas cerraron en México por la pandemia, de acuerdo con datos del Inegi

• Sana distancia, uso de protección personal y entre otras de protección personal siguen presenten en los lineamientos.

• La vacuna contra el coronavirus no podrá ser condicionante para que las personas desempeñen sus actividades laborales.

En el último movimiento para la prevención de contagios de SARS-CoV-2 en México, el Comité de Nueva Normalidad, conformado por las secretarías de Salud, Economía, Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se establecieron nuevas medidas sanitarias y recomendaciones para las empresas, las cuales eliminan prácticas establecidas desde 2020, marcan una era sin cubrebocas y se alejan poco a poco de la crisis del Covid-19.

“Los presentes lineamientos se deben aplicar a nivel nacional, para todos los centros de trabajo, y tienen por objetivo establecer las medidas específicas que las actividades económicas deberán implementar en el marco de la estrategia general para la Nueva Normalidad, para la continuidad de las actividades laborales de manera segura y responsable”, delimitan las autoridades federales.

¡Fuera cubrebocas en las empresas!

A partir de ahora, existen nuevos lineamientos Covid-19 que deben respetarse en los centros de trabajo, públicos y privados. Algunas cosas que en 2020, con la llegada de la pandemia, se convirtieron en Ley, hoy pasan a la historia, dejando claro que la peor crisis sanitaria mundial del último siglo ya quedó atrás.

“A casi dos años, los Lineamientos publicados no han sufrido cambios, lo que implica el mantenimiento de la aplicación de algunas medidas, las cuales, con el conocimiento actual, carecen de fundamento científico, lo que requirió una actualización en los listados de recomendaciones, buscando mecanismos simplificados y eficientes para prevenir la enfermedad por Covid-19”, destaca el Comité en el documento publicado este 10 de octubre.

De acuerdo con las dependencias asignadas, autoridades federales no prevén la desaparición de todas las medidas establecidas para la contención del virus, pero sí hacen ajustes en la obligatoriedad ejercida sobre algunos protocolos para insituciones públicas y empresas privadas.

Por ejemplo, el uso de tapetes sanitizantes en cada entrada de edificios y establecimientos deja de ser un requerimiento en el país, así como la portación de mascarillas y cubrebocas tanto en espacios abiertos como cerrados, siempre que exista una sana distancia de mínimo 1.5 metros entre cada persona; no obstante, en caso de que esta condición no se presente, tampoco podrá ser obligado, pues sólo funge como una “recomendación”.

Las disposiciones son claras en este concepto, admite la eliminación del cubrebocas para las personas que no comparten el lugar físico de trabajo, al tomar bebidas y consumir alimentos y mientras se realiza trabajo físico intenso, pero aconseja portar la prenda a todas las personas que decidieron no vacunarse o que se encuentren en lugares de trabajo con mala ventilación y donde las personas comparten el mismo espacio.

A los empresarios y empleadores se les pide designar y mantener comités responsables de la sanidad en sus instalaciones y autoridades dejan la supervisión de la misma en manos de las empresas, con el fin de que, en conjunto, “ayuden a la reducción de riesgos dentro en el ámbito laboral, los cuales son valorados en la Estrategia Nacional de Entornos Laborales y Seguros de la Secretaría de Salud”.

Asimismo, los empleadores podrán aplicar las pruebas para detectar Covid-19, pero tendrán que pagarlas las empresas y no pueden ser obligatorias para el regreso al trabajo presencial.

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