La escasez, habitual en la isla de Cuba, suma un producto más a la lista: hostias.
Así es, el país caribeño tiene serios problemas de abastecimiento de harina y, en consecuencia, las iglesias no pueden producir un elemento vital para su funcionamiento.
De acuerdo con distintos medios, por la falta de hostias, se está complicando la realización de las eucaristías, la conmemoración del sacrificio de Jesús con la comunión con pan y vino, en las misas en las más de una treintena de parroquias y templos católicos de Cuba.
También se ven impedidas las liturgias que se realizan en otros lugares, como centros de salud y hogares de ancianos.
La novedad fue inicialmente dada a conocer por la Orden de las Hermanas Carmelitas Descalzas de La Habana, la capital de Cuba, en una publicación en Facebook de Vida Cristiana, órgano de difusión de esa organización.
Según El Universal, en el monasterio de las Carmelitas, situado en el barrio habanero de El Vedado, está concentrada la producción completa de las hostias que se consumen en las parroquias católicas en Cuba.
En el texto publicado, las religiosas dicen: “A todas las diócesis, les comunicamos que ya NO hay HOSTIAS a la venta [las mayúsculas son originales de la publicación]. Hemos estado trabajando con la poquita harina que quedaba y ya lo que había de reserva ha llegado a su fin”.
Y agrega: “Esperamos y confiamos en el Señor que pronto podamos retomar el trabajo y una vez que tengamos suficiente para distribuir a todas las diócesis les estaremos avisando”.
Según el medio mexicano, que consultó a una fuente cubana cercana a la jerarquía católica de ese país, es “la primera vez que ocurre” la falta de harina para producir hostias.
Sin harina, no hay hostias en Cuba
La harina de trigo es uno de los tantos productos que faltan en Cuba de manera habitual. Además, con la inflación de las materias primas, su costo encarece hasta valores que se han vuelto inalcanzables para los cubanos.
Además de harina, escasean el arroz, los frijoles, los huevos, el aceite, el café, las carnes, la sal, la leche y los quesos.
Las monjas de clausura de la congreagción Carmelitas Descalzas, en La Habana, fabrican las hostias para todas las diócesis cubanas desde 1960.
La congregación confió en poder “retomar el trabajo” en breve y tener suficiente cantidad de hostias como para distribuir a todas las iglesias del país.
“La situación de abastecimiento de harinas es grave. No hay ahora financiamientos estables a nivel nacional en la adquisición de trigo”, le dijo al portal “Cuba Debate” la titular de la Empresa Cubana de Molinería, Yanet Lomba Estupiñán.
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