• El Gobierno de México ha dicho que, en un inicio, se tiene un fondo de 20 mil millones de pesos para adquirir la vacuna anti-COVID

• Según el presidente, se espera empezar a inmunizar al público a finales de este mismo mes, aunque depende de la aprobación sanitaria necesaria

• La fórmula de Pfizer será de las primeras en llegar al país, con la entrega del primer lote de 250 mil dosis  a partir de este mismo diciembre

Durante la conferencia mañanera, de acuerdo con Sin Embargo, el Gobierno de México dio a conocer cómo será su plan para aplicar la vacuna de la COVID-19 en todo el país. Según Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reveló que se seguirá un calendario, en cuatro etapas, para proteger a la población a lo largo de 2021. Se espera que lo anterior ayude a proteger primero a los segmentos más vulnerables de la población. Conforme se tenga disponibilidad de más dosis, se pondría a la disposición de más individuos en el país.

En la primer fase, que se ejecutará entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, se aplicará la vacuna al personal de salud que está lidiando con la pandemia directamente. Entre febrero y abril de 2021 se inmunizará al resto de los profesionales médicos en la primera línea que no hayan alcanzado dosis. También se incluirá aquí a todo el público en general con 60 años en adelante. En las etapas restantes se irá reduciendo la edad de quienes podrán recibir dosis.

La fase tres, entre abril y mayo, se enfocará en los individuos de entre 50 y 59 años. De mayo a junio se llevará a cabo la cuarta etapa, donde se dará prioridad a los pacientes de 40 a 49 años de edad. A partir de entonces y hasta marzo de 2022, dos años después de iniciarse la crisis de COVID-19 en México, se trabajará por llevar la vacuna al resto de los individuos. No se detalló cuál será la fórmula específica que se usará en cada etapa o segmento del público.

Aún falta un largo trecho para que termine la pandemia en México

Paralelamente, autoridades de salud dieron otros detalles sobre la aplicación de la vacuna anti-COVID. En la misma conferencia mañanera, según Reforma, se podría comenzar con la aplicación de la fórmula en Ciudad de México (CDMX) y Coahuila desde la tercera semana de diciembre. Por otro lado, en datos de El Financiero, el titular de la Secretaría de Salud (SSa), Jorge Alcocer, sugirió ayer en la tarde que también se le daría prioridad a las fuerzas armadas.

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Resulta reconfortante tener buenas noticias sobre la aplicación de la vacuna anti-COVID en el país. Y es que la pandemia continúa causando estragos a escala nacional. De acuerdo con Animal Político, ya se tienen contabilizados más de 110 mil fallecimientos. En el lado positivo, la tendencia general de nuevas infecciones ha decaído en un cinco por ciento. Pero en zonas como la CDMX y estados circundantes, la situación se ha empezado a volver aún más difícil.

Al mismo tiempo, hay agentes que advierten que la llegada de la vacuna anti-COVID al país no es lo mismo que el fin de la emergencia sanitaria. De acuerdo con El Economista, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtió que todavía es crucial seguir las medidas de protección básicas. Esto, en gran parte porque todavía no se tienen tantas dosis que aplicar en el corto plazo, algo que podría impactar en los planes de inmunización a futuro.

Otros retos para distribuir la vacuna en México y todo el mundo

Además de los desafíos logísticos obvios de aplicar dosis a 120 millones de personas en todo el país (y siete mil millones a escala global), se han presentado otras barreras importantes. Por ejemplo, de acuerdo con IBM, agentes maliciosos están tratando de sabotear los esfuerzos logísticos de varias organizaciones que tratan de distribuir la vacuna a escala internacional. Algo que podría traducirse en miles, tal vez millones de muertes innecesarias en el largo plazo.

También se debe de hablar de la competencia por la disponibilidad de la vacuna que pueden crear los agentes privados. Compañías como Uber ta están solicitando a las autoridades de gobierno que se le dé prioridad a sus empleados en la distribución de la fórmula. Esto, por que consideran que sus colaboradores son esenciales para la economía. Un argumento que varias industrias podrían realizar y que, si se da por válido, podría dificultar aún más toda la logística.