El informe “State of the Global Workplace 2024”, realizado por la empresa Gallup, muestra que el 41% de los empleados a nivel mundial experimenta altos niveles de estrés en su vida laboral diaria, una tendencia que ha aumentado en los últimos años.
El reporte subraya que la forma en que se gestiona una organización tiene un impacto directo en los niveles de estrés de los empleados.
El estrés en el lugar de trabajo no es homogéneo y puede variar dependiendo de las prácticas de gestión dentro de una organización. Según el informe de Gallup, los empleados que se encuentran en ambientes con malas prácticas de gestión son un 60% más propensos a experimentar altos niveles de estrés en comparación con aquellos que trabajan en empresas donde las prácticas son más efectivas.
La falta de comunicación, el liderazgo débil y la ausencia de recursos adecuados contribuyen a crear entornos laborales tóxicos que amplifican la presión sobre los empleados. Incluso, en estas situaciones, los empleados bajo malas gestiones reportan un 30% más de estrés que los empleados desempleados, lo que sugiere que una mala gestión puede ser peor que la falta de un empleo.
Soledad: un efecto silencioso entre empleados remotos
El trabajo remoto trajo consigo una serie de beneficios, como la flexibilidad laboral, pero también ha generado desafíos emocionales importantes.
Uno de los problemas más notables es la soledad, que afecta a un 25% de los empleados que trabajan de manera completamente remota. Esto contrasta con el 16% de los empleados presenciales que reportan soledad diaria.
Aunque el trabajo puede mitigar la soledad en general (solo el 20% de los empleados a nivel mundial experimentan soledad), esta cifra aumenta considerablemente entre los desempleados, donde llega al 32%.
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El compromiso laboral: una solución clave para reducir el estrés
Uno de los principales hallazgos del informe de Gallup es la correlación entre el compromiso de los empleados y sus niveles de estrés.
Solo el 23% de los empleados a nivel global se considera comprometido con su trabajo, lo que significa que encuentran significado en lo que hacen y sienten que su labor es valorada. En contraste, el 15% de los empleados están activamente desenganchados, es decir, no solo están desconectados emocionalmente de su trabajo, sino que son contrarios a los objetivos de la empresa.
La falta de compromiso está directamente relacionada con el aumento de los niveles de estrés. Según Gallup, el 54% de los empleados desenganchados experimentan altos niveles de estrés diario.
Sin embargo, en las mejores organizaciones, el compromiso es notablemente más alto: 75% de los gerentes y 70% de los empleados no gerentes están comprometidos con su trabajo, lo que resulta en entornos laborales más saludables y productivos.
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Además, el informe indica que 70% de la variación en el compromiso de los equipos puede atribuirse a la influencia directa del gerente, lo que refuerza la importancia del liderazgo efectivo. En países donde los gerentes están comprometidos, los empleados no gerentes son el doble de propensos a estar comprometidos también.
Resultados organizacionales y estrés
El compromiso laboral no solo reduce el estrés, sino que también tiene un impacto positivo en los resultados organizacionales. Las empresas con empleados comprometidos experimentan una reducción del 78% en el ausentismo, en comparación con aquellas donde el compromiso es bajo. Además, la rotación de empleados se reduce en un 21% en organizaciones con alta rotación y un 51% en aquellas con baja rotación cuando los empleados están comprometidos.
El compromiso también contribuye a reducir la merma o robo en un 28% y los accidentes laborales en un 63%. Incluso en hospitales, los equipos comprometidos reportan una reducción del 58% en incidentes de seguridad de pacientes, como mortalidad o caídas.
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Adicionalmente, las empresas con altos niveles de compromiso ven mejoras significativas en la fidelidad del cliente y la productividad. Los datos indican que el compromiso impulsa un aumento del 10% en la lealtad del cliente, un 18% en las ventas y un 14% en la productividad general. Estos resultados también se traducen en un incremento del 23% en la rentabilidad de las empresas.
El costo global del desenganche
Este desenganche o falta de compromiso de los empleados no solo afecta el bienestar de los trabajadores, sino que también tiene un impacto económico significativo. Según Gallup, este factor le cuesta a la economía global 8.9 billones de dólares, lo que equivale al 9% del PIB mundial.
El costo refleja la disminución en la productividad, el aumento del ausentismo y la alta rotación de personal, factores que pueden llevar a una pérdida financiera considerable para las organizaciones.
