A pesar de que los científicos aceptan la existencia de cinco rasgos principales de personalidad (apertura, responsabilidad, extroversión, amabilidad y estabilidad emocional), rechazan en cambio la idea de tipos de personalidades. Y es que los test que se realizan en redes sociales pueden resultar irresistibles, para los psicólogos se trata de algo similar a los horóscopos, refiere Infobae.
Hasta ahora, según un nuevo estudio realizado sobre 1.5 millones de personas, arrojó por primera vez la existencia de al menos cuatro clases de personalidad: promedio, reservada, egocéntrica y modelo.
Luis Amaral, de Northwestern University declaró a Time “parecía que los rasgos de personalidad eran algo bien aceptado y establecido en psicometría, pero los tipos de personalidad, no”. Otro punto que consideró Amaral para establecer tipos de personalidad era la falta de datos.
En colaboración con el investigador Martin Gerlach, analizó 1.5 millones de respuestas a cuatro tipos de evaluaciones de la personalidad, en gente de distintas edades de Estados Unidos así como de Inglaterra. Posteriormente usaron un algoritmo para que clasificaran las respuestas en distintos grupos.
Derivado de que a cada persona que hace uno de estos test se le asignan cinco valores, el análisis debía buscar patrones en cinco dimensiones. “Escuche hablar de personas que pueden visualizar cinco dimensiones en su mente”, señaló Amaral a The Washington Post.
A medida que los grupos se formaban, algunas combinaciones se repetían con una frecuencia desproporcionada. De esta forma se identificaron los cuatro tipos de personalidad más frecuente.
El más repetido, denominado promedio, muestra rasgos de responsabilidad (conciencia y consideración de una persona) y amabilidad (compresión, escasa hostilidad) moderados, extroversión así como inestabilidad emocional (o neuroticismo: cambios de humos, tendencia a sentirse enojado o triste) un poco más marcados, y muy bajo en apertura (la curiosidad natural, la búsqueda de nuevas experiencias y aprendizajes).
Por su parte, la personalidad egocéntrica combina un puntaje inferior al promedio en apertura, amabilidad y responsabilidad con uno muy alto en extroversión. La reservada se presenta como estable en todos los rasgos excepto en apertura y neuroticismo, más bajos que el promedio. La modelo, finalmente, tiene altos niveles de extroversión, amabilidad y responsabilidad, con bajos niveles de neuroticismo.
Los investigadores de Northwestern mostraron la clasificación basada en datos a un escéptico de los tipos de personalidad, el profesor de Psicología William Revelle. “Voy a ser muy directo”, advirtió al rotativo. “Mi primera reacción fue decir “esto es una tontería”. No obstante, se interesó al punto que es el coautor del estudio publicado en Nature. “Hay densidades mayores a las que esperaría casualmente, y ellos me convencieron”, indicó a Time.
Asimismo se enfatizaron dos elementos para relativizar la importancia de las fronteras entre las categorías. En primer lugar, hay otras dos combinaciones de rasgos que no fueron tan importantes desde el punto de vista de los datos. Y en segundo lugar, las personas cambian con el paso del tiempo.
En lo que respecta a la segmentación por edad, una elevada cantidad de jóvenes entran a la categoría egocéntrica, mientras que las personas mayores así como mujeres entran en la modelo. “Las personas están en desarrollo” precisó Amaral.
Mientras tanto, entre los mayores se registraron más personas “que no son malas ni groseras, sino amables y educadas, que tratan a la gente con respeto.
A los investigadores les queda por delante encontrar maneras de aplicación a su hallazgo. Falta mucha elaboración para que estos resultados creen test de personalidad que se puedan usar en el ámbito laboral, las aplicaciones de citas e incluso la salud mental.
Para los profesionales de la mercadotecnia, este avance en el desarrollo de los tipos de personalidad permite alargar el público meta y evolucionar junto con su público, o saber en qué momento se debe dejar ir a sabiendas que sus objetivos ya no son los mismos.