Las criptomonedas continúan al alza, pese a las críticas que existe de ellas, lo cierto es que las operaciones financieras con las monedas virtuales es uno de los factores que provoca que gane valor. Actualmente, su precio en el mercado supera los 7 mil dólares por unidad.
El valor de capitalización de todas las bitcoins existentes en el mercado supera los 129 mil millones de dólares, el monto es más que suficiente para que gobiernos comiencen a no ignorarla y tomarla en cuenta como alternativa económica.
No obstante, cuando surgió el Bitcoin hace unos años, fue vista como un experimento virtual, cuyo valor no rebasaba el cuarto de centavo. Esta semana, la criptomoneda cumplió 7 años en el mercado, y su valor se ha multiplicado 879 mil 999 veces, por lo que si un inversor hubiera decidido gastar 5 dólares en 2 mil bitcoins, esa apuesta le valdría 4.4 millones de dólares de fortuna.
Cuando surgió el Bitcoin en 2010, mil 200 dólares de inversión hubieran equivalido 480 mil bitcoins en ese entonces. Su fortuna actual sería de mil 100 millones de dólares. Según Fortune, existió grupos de personas que así lo hicieron hace 7 años, y aunque sean millonarios actualmente, al parecer no han sacado y gastado sus millones de dólares, lo que hace sospechar que se mantienen sin gastar, esperando a que incrementen su valor.
Además de ser utilizada para inversiones en grandes cantidades, el Bitcoin también ha ganado valor al legitimarse en países como Japón o Estados Unidos, naciones que han utilizado la criptomoneda como un activo de refugio, e incluso Europa ha comenzado a utilizar fondos fondeados con Bitcoins.
Incluso, existen registros de que en 2010, un programador de software pagó dos pizzas con 10 mil bitcoins, pero tardó tres días en que una pizzería aceptara su oferta, e incluso Lazlo Hanyecz, el programador se ofreció en su momento a pagar las pizzas con más criptomonedas. Posteriormente, en 2011, un usuario pagó dos pizzas con 25 bitcoins, lo que hoy les equivaldría a una fortuna superior a los 22 millones de dólares.
